Según medios surcoreanos, el desertor, un militar de alto rango, administró dineros de Jang Sung Taek y fondos sucios de la dinastía Kim.
Un alto oficial norcoreano, de quien se dice era un hombre de confianza del tío recientemente ejecutado del gobernante Kim Jong Un, estaría bajo custodia de diplomáticos de Corea del Sur en China, informaron medios de comunicación surcoreanos.
La cadena de noticias YTN (Yonhap Television News) y el diario Kyunghyang Shinmun reportaron citando a fuentes de inteligencia, que el hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, es interrogado en una oficina diplomática de Corea del Sur en Pekín.
De acuerdo con YTN, el ex ayudante de Jang Sung Taek vio venir la purga de su jefe y escapó del país a fines de septiembre. El diario Los Angeles Times le identifica hoy como un alto oficial de las Fuerzas Armadas, .
La agencia Reuters anticipa que podría tratarse de la deserción más grave sufrida por Corea del Norte en 15 años. Según YTN el desertor se habría encargado de manejar dineros de Jang, y también fondos utilizados para sobornos y otros propósitos ocultos por Kim Jong Un y su padre, Kim Jong IL, gobernante de Corea del Norte hasta su muerte en 2011.
Otras deserciones prominentes del régmen de Pyongyang han sido la del ex secretario del Partido de los Trabajadores y arquitecto de la ideología Juche (autosuficiencia) Hwang Jang-yop, en 1997; y la del padre del programa nuclear norcoreano, Dr. Kyong Won-ha, en 2002.
Aunque la cancillería surcoreana y el ministerio de Unificación no han confirmado los informes sobre el papel de Seúl en la deserción del ayudante de Jang, los analistas especulan que Corea del Sur podría estar eludiendo comentarios públicos sobre la situación de estar protegiendo al desertor y eventualmente conducirlo en secreto a su territorio, así como procurando reducir al mínimo la fricción diplomática que se derivaría para China, vecino y aliado de Corea del Norte.
Jang, de 67 años, era tío político del más joven heredero de la dinastía de los Kim, por su matrimonio con Kim Kyong Hui, la hija del fundador del estado totalitario norcoreano Kim IL Sung. Era ampliamente considerado la segunda figura en la jerarquía dirigente de Corea del Norte y él mismo se encargó de conducir purgas para el régimen.
Pero la semana pasada la agencia oficial de noticias KCNA de Corea del Norte informó que Jang fue ejecutado, días después de ser detenido durante una reunión del partido goberte, y posteriormente, declarado culpable de traición y otros delitos. La agencia portavoz del régimen le llamó entonces "despreciable escoria humana".
La lista de crímenes imputada al hasta entonces segundo hombre del régimen incluía "intentos arrogantes contra el poder absoluto del Partido, contra la voluntad del Líder Supremo (Kim IL Sung) y el general (Kim Jong IL); "venta de recursos nacionales a precios demasiado bajos, "maniobras sectarias" "actividades contrarrevolucionarias" y acusaciones de "mujeriego, playboy, borracho e inmoral".
Por otra parte el extenso Informe de KCNA sobre la ejecución de Jang dejó en claro que el régimen de Kim no tiene intención de dejar impunes a las personas cercanas al desdichado Primer Tío.
“Aduladores y seguidores en su departamento y en los órganos subalternos lo exaltaban como ‘camarada número 1’. Hasta llegaron a desobedecer instrucciones del partido para complacerle a cualquier costo", aseveraba el despacho de KCNA, y concluía: "El ejército revolucionario nunca perdonará a todos aquellos que desobedecen las órdenes del Comandante Supremo. Aun después de su muerte, para ellos no habrá ni un lugar para darles sepultura".
El servicio de Inteligencia de Corea del Sur informó a congresistas surcoreanos que dos íntimos asociados del tío de Kim Jong Un fueron ejecutados el mes pasado por corrupción.
También se especula que la deserción del ayudante de Jang, a fines de septiembre o principios de octubre, podría haber sido la causa que precipitó la caída en desgracia de su jefe..
La cadena de noticias YTN (Yonhap Television News) y el diario Kyunghyang Shinmun reportaron citando a fuentes de inteligencia, que el hombre, cuyo nombre no ha sido revelado, es interrogado en una oficina diplomática de Corea del Sur en Pekín.
De acuerdo con YTN, el ex ayudante de Jang Sung Taek vio venir la purga de su jefe y escapó del país a fines de septiembre. El diario Los Angeles Times le identifica hoy como un alto oficial de las Fuerzas Armadas, .
La agencia Reuters anticipa que podría tratarse de la deserción más grave sufrida por Corea del Norte en 15 años. Según YTN el desertor se habría encargado de manejar dineros de Jang, y también fondos utilizados para sobornos y otros propósitos ocultos por Kim Jong Un y su padre, Kim Jong IL, gobernante de Corea del Norte hasta su muerte en 2011.
Otras deserciones prominentes del régmen de Pyongyang han sido la del ex secretario del Partido de los Trabajadores y arquitecto de la ideología Juche (autosuficiencia) Hwang Jang-yop, en 1997; y la del padre del programa nuclear norcoreano, Dr. Kyong Won-ha, en 2002.
Aunque la cancillería surcoreana y el ministerio de Unificación no han confirmado los informes sobre el papel de Seúl en la deserción del ayudante de Jang, los analistas especulan que Corea del Sur podría estar eludiendo comentarios públicos sobre la situación de estar protegiendo al desertor y eventualmente conducirlo en secreto a su territorio, así como procurando reducir al mínimo la fricción diplomática que se derivaría para China, vecino y aliado de Corea del Norte.
Pero la semana pasada la agencia oficial de noticias KCNA de Corea del Norte informó que Jang fue ejecutado, días después de ser detenido durante una reunión del partido goberte, y posteriormente, declarado culpable de traición y otros delitos. La agencia portavoz del régimen le llamó entonces "despreciable escoria humana".
La lista de crímenes imputada al hasta entonces segundo hombre del régimen incluía "intentos arrogantes contra el poder absoluto del Partido, contra la voluntad del Líder Supremo (Kim IL Sung) y el general (Kim Jong IL); "venta de recursos nacionales a precios demasiado bajos, "maniobras sectarias" "actividades contrarrevolucionarias" y acusaciones de "mujeriego, playboy, borracho e inmoral".
Por otra parte el extenso Informe de KCNA sobre la ejecución de Jang dejó en claro que el régimen de Kim no tiene intención de dejar impunes a las personas cercanas al desdichado Primer Tío.
“Aduladores y seguidores en su departamento y en los órganos subalternos lo exaltaban como ‘camarada número 1’. Hasta llegaron a desobedecer instrucciones del partido para complacerle a cualquier costo", aseveraba el despacho de KCNA, y concluía: "El ejército revolucionario nunca perdonará a todos aquellos que desobedecen las órdenes del Comandante Supremo. Aun después de su muerte, para ellos no habrá ni un lugar para darles sepultura".
El servicio de Inteligencia de Corea del Sur informó a congresistas surcoreanos que dos íntimos asociados del tío de Kim Jong Un fueron ejecutados el mes pasado por corrupción.
También se especula que la deserción del ayudante de Jang, a fines de septiembre o principios de octubre, podría haber sido la causa que precipitó la caída en desgracia de su jefe..