En la primera declaración oficial sobre el tema, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, afirmó hoy que la invitación cursada al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, para que asista a la próxima cumbre de la Celac en La Habana, obedece a un acto de "cortesía diplomática".
"Cuba, como presidente pro tempore de la Celac, ha seguido la práctica de cortesía diplomática de invitar al secretario general de la OEA a la cumbre, tal y como sucedió en las anteriores", aseveró Rodríguez en una conferencia celebrada este viernes para inaugurar la sala de prensa de la cumbre, ubicada en el recinto ferial Pabexpo de La Habana.
Pero esa visita de Insulza como invitado internacional a la cumbre regional no supone cambios en la tradicional posición de Cuba respecto a la Organización de Estados Americanos (OEA).
"La posición nacional de Cuba con relación a la OEA permanece invariable: no regresaremos a ella", indicó el ministro de Exteriores cubano quien añadió que esa organización "tiene una carga histórica negativa como instrumento de dominación de los Estados Unidos que no puede resolverse mediante ninguna reforma".
La pasada semana, Insulza confirmó que aceptó la invitación de la isla para acudir el 28 y 29 de enero a la II cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) que agrupa a todos los países del continente menos a EE.UU y Canadá.
Será la primera vez en más de medio siglo que un secretario de la OEA visite Cuba, cuyo gobierno fue suspendido como miembro del sistema interamericano en enero de 1962, debido a los vínculos de la revolución castrista con la Unión Soviética, Esa medida fue derogada en 2009, si bien Cuba ha rechazado reincorporarse a la organización.