Pasajero a Miami llevaba 66 tomeguines en los pantalones

El tomeguín del pinar, endémico de Cuba, por lo general no soporta la cautividad.

"Llevo un pajarito para mi nieto", dijo cuando fue sorprendido en el aeropuerto de Camagüey.
Un aduanero del aeropuerto “Ignacio Agramonte” de Camagüey sorprendió a un viajero que intentaba sacar hacia Estados Unidos, escondidos en sus pantalones, 66 tomeguines del pinar, un ave endémica de la isla, informó el jueves un diario oficial.

Los “bajos abultados del pantalón” del hombre, residente en Estados Unidos y cuya identidad no fue revelada, llamaron la atención del agente, y cuando los aparatos de detección electrónica no arrojaron nada, el funcionario procedió a un registro manual. Una suavidad inusual en la pierna del viajero, y movimiento en el interior de los bajos de su pantalón, revelaron el contrabando.

Foto de la Aduana de Camagüey que muestra el contrabando de tomeguines.


El viajero alegó que llevaba “un pajarito para su nieto”, pero en una revisión a fondo se le encontraron los 66 pichones de tomeguín, dos de ellos muertos, que habían sido adormecidos para sacarlos clandestinamente del país.

Considerado un tesoro de la biodiversidad cubana, el tomeguín del pinar (Tiaris canorus) es según Wikipedia un pájaro canoro pequeño, de pico corto y plumaje multicolor (negro, amarillo, oliváceo y pardo), que anida en áreas naturales.

El pájaro, que está protegido por las leyes cubanas ─aunque no está en peligro de extinción─ es una de las especies de aves que más se captura en la isla para ser enjauladas, pero muchos mueren por cada uno que logra adaptarse al cautiverio. El celo de los machos es usado para echarlos a pelear como gallos.

El hombre de los 66 tomeguines se arriesgaba asimismo a ser descubierto al arribar a Estados Unidos, donde se persigue el tráfico ilegal de aves y otros animales exóticos.

La Interpol calcula que el contrabando de especies silvestres genera entre 10.000 y 20.000 millones de dólares anuales en el mundo.

A la llegada del avión de American Airlines procedente de Miami en que iba a viajar de regreso el “ornitólogo por cuenta propia”, la Aduana de Camagüey decomisó asimismo 11 memorias RAM para computadoras de escritorio y otras ocho para laptops, un microprocesador y dos tarjetas de red para conexiones inalámbricas Wifi, otra clase de “especies protegidas” por las autoridades cubanas.