A 20 años del nacimiento de las Damas de Blanco su reclamo original sigue vigente

Una marcha de las Damas de Blanco en La Habana el 27 de marzo de 2005. (AFP/Adalberto Roque).

El 30 de marzo de 2003, producto del dolor y de la necesidad de justicia, nació el movimiento pacífico cubano Damas de Blanco, integrado por las esposas, madres e hijas de los detenidos en la ola represiva conocida como la "Primavera Negra".

Los días 18,19 y 20 de marzo de 2003, el régimen encarceló a 75 opositores políticos, activistas y periodistas independientes que rápidamente fueron condenados en juicios sumarios a penas de hasta 28 años tras las rejas.

Al cumplirse el vigésimo aniversario de este capítulo oscuro de la historia de Cuba y de la creación del grupo femenino opositor, cuatro de sus integrantes están en prisión. Aymara Nieto, Saylí Navarro, Sissi Abascal y Tania Echevarría se encuentran encarceladas por ejercer su derecho a la libertad de expresión.

En el momento de su creación, Blanca Reyes, una de las fundadoras del movimiento y esposa del prestigioso escritor, poeta y periodista ya fallecido, Raúl Rivero, condenado a 20 años de prisión, declaró: “Por nuestros presos que son injustamente encarcelados, que les han dado condenas grandísimas, y le hemos pedido al Papa y a Dios ahora que los liberen”.

El aparatoso arresto del periodista y escritor Raúl Rivero el 20 de marzo de 2003 en su vecindario en Centro Habana.

Desde su creación, las Damas de Blanco se han caracterizado por su espíritu pacífico. Comenzaron a asistir a misa cada domingo en la iglesia de Santa Rita, en La Habana, y luego realizaban una caminata en silencio por la 5ta. Avenida de esa barriada capitalina, vestidas de blanco y llevando una foto de su familiar preso y un gladiolo en sus manos. De esa forma comenzaron a reclamar públicamente la liberación de sus seres queridos, presos por motivos políticos.

El grupo de mujeres fue creciendo a lo largo de Cuba, donde esposas, madres y familiares de presos de la Primavera Negra en otras provincias se unieron a la causa y esencia del movimiento.

Las Damas de Blanco protestan con flores y vestidas de blanco durante su protesta semanal exigiendo la libertad de los presos políticos.

La periodista Yolanda Huerga es una de las fundadoras. Su esposo, el galardonado escritor y poeta Manuel Vázquez Portal había sido condenado a 18 años de privación de libertad, la mayor parte de su reclusión siendo en la prisión de Boniato, Santiago de Cuba.

“Uno de los problemas más graves que confronté fue explicarle a mi hijo de 9 años que su padre no era un delincuente. Gabriel había presenciado el arresto con alrededor de 15 efectivos de la policía política y regular del Ministerio del Interior; vio la calle repleta de patrullas policiales y a los vecinos del barrio aglomerados alrededor”, relató Huerga, quien hoy forma parte del equipo de periodistas de Radio y Televisión Martí.

Entre 2005 y 2011, los prisioneros políticos y de conciencia de la Primavera Negra fueron liberados, gracias a negociaciones entre la Iglesia Católica (solicitada por el movimiento) y el gobierno de España. No obstante, las Damas continuaron con su reclamo a favor de la liberación de todos los presos políticos.

Berta Soler, líder de las Damas de Blanco.

“Creamos una nueva familia, mujeres que no nos conocíamos, que no estábamos alineadas a ningún grupo político, pero que salimos con un mismo dolor todas a defender, a exigirle al régimen cubano la libertad de nuestros seres queridos”, expresó Berta Soler, una de las fundadoras y actual líder de la organización.

Soler es esposa del ex preso político de la Primavera Negra, Angel Moya Acosta, quien había sido condenado a 20 años de cárcel. Hoy día continúan siendo reprimidos por las autoridades cuando intentan llegar a misa para pedir la libertad de los presos políticos.

La líder fundadora del grupo, Laura Pollán, maestra de profesión y esposa del preso de los 75, Héctor Maseda Gutiérrez, condenado a 20 años de cárcel, falleció el 14 de octubre de 2011 después de sufrir un paro cardiopulmonar en el hospital donde había sido internada días antes.

Laura Pollán (centro) y otras Damas de Blanco se manifiestan en la 5ta Avenida de Miramar, en La Habana, el 11 de julio de 2010, para pedir la libertad de los presos políticos. (REUTERS/Desmond Boylan)

"Laura está presente entre nosotras... nos enseñó a nosotras a amar a la patria y defender los derechos del cubano y exigir al régimen, sin bajar la cabeza, la libertad del pueblo de Cuba y la libertad de todos los presos políticos, sin discusión", comentó Soler hace algunos años, al recordar a Pollán en el onceno aniversario de su muerte.

El legado de Pollán quedó para siempre en el grupo de mujeres y en la historia del activismo pro derechos humanos en Cuba.

Antes de morir, la líder fundadora había dejado muy claro: “Nosotras, con nuestros propios medios, estamos haciendo lo de nosotras, porque ellos (los presos políticos de la Primavera Negra) son inocentes”, afirmaba Pollán ante la prensa internacional durante una de las caminatas por la 5ta Avenida. “Solamente han pensado diferente al régimen gubernamental. Y eso no da derecho a que les pongan 20 y 25, 28 años de condena. Es enterrar vivos a esos hombres. Y no lo vamos a permitir”.

“Elegimos el blanco porque el blanco reflejaba nuestro sentimiento. El blanco reflejaba lo que nosotros considerábamos como el amor, la pureza, que nuestra causa era totalmente pura porque era la defensa de nuestra familia”, explicó Huerga. “Nosotras no estábamos en ese momento luchando contra el régimen. Nosotras estábamos luchando por la libertad de nuestros esposos, que considerábamos estaban injustamente presos”.

No obstante, las Damas han denunciado que han sido constantemente hostigadas, repudiadas y difamadas por la dictadura. Las mujeres han señalado la vigilancia y violencia de las autoridades para reprimirlas en las calles o mantenerlas bajo reclusión domiciliaria, además de la violencia física y verbal, con numerosas detenciones, multas y amenazas con ser juzgadas y encarceladas.

Una de las primeras marchas de las Damas de Blanco. AP Photo/Jorge Rey

Los actos de repudio del castrismo en contra de las Damas de Blanco se convirtieron en una constante también. A menudo, las caminatas silentes eran reprimidas por turbas, en su mayoría conformadas por mujeres afines al régimen, que les gritaban y en ocasiones hasta agredían físicamente. En medio de la represión sufrida, Pollán dijo en una ocasión: “O nos matan en las calles, o nos meten presas, o ya les dan la libertad. Porque no vamos a parar de dejar de caminar, suceda lo que suceda”.

"El primer acto de repudio violento que el gobierno de Cuba ejecutó contra las Damas de Blanco fue en el segundo aniversario, el 20 de marzo de 2005", detalló al sitio digital Cubaencuentro, la Dama de Blanco fundadora, Dolia Leal, esposa del preso de los 75, Nelson Aguiar, quien había sido condenado a 13 años de cárcel.

La Dama de Blanco recordó que en ese momento habían salido a caminar por la 5ta. Avenida unas 30 Damas. "De repente nosotras vimos un montón de mujeres, no sabíamos si eran 200, 300,400... Venían dando gritos: asesinas, prostitutas, asalariadas del imperio".

Agregó que a medida que las turbas se acercaban, las activistas continuaron con su caminata pacífica y le pedían a Dios por su integridad física. En el momento del inevitable encuentro con las turbas, las Damas fueron agredidas, relata Leal. "Aquello fue un impacto muy grande. Nos daban patadas, nos halaban la ropa, nos halaban el pelo, nos escupían, nos empujaban... Y nosotras nada más que gritábamos Libertad".

Una miembro de las Damas de Blanco es arrestada en una calle de La Habana por manifestarse pacíficamente.

La labor pacífica de las Damas de Blanco se dio a conocer a nivel mundial. Las mujeres pidieron en repetidas ocasiones la solidaridad de los gobiernos democráticos del mundo, así como de organizaciones e instituciones no gubernamentales.

En 2005, las Damas de Blanco recibieron el prestigioso Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia, otorgado por el Parlamento Europeo. En 2006, la organización Human Rights First les concedió el Premio a los Derechos Humanos, en reconocimiento al coraje en la defensa de las libertades.

Igualmente, Amnistía Internacional reconoció y elogió la labor pacífica de las Damas de Blanco, y declaró a sus esposos, hijos y familiares como prisioneros de conciencia. También, intelectuales como Noam Chomsky, Sergio Ramírez y Tomás Eloy Martínez exigieron la libertad de los presos políticos de la Primavera Negra.

En 2018, recibieron en la ciudad de Nueva York el Premio Milton Friedman por la Libertad 2018, del Instituto Cato, con sede en Washington, por su significativa contribución al avance de la libertad.

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Las Damas de Blanco cumplen 20 años de su fundación

Mientras tanto, en Cuba, las mujeres continuaban reclamando justicia para sus seres queridos. “Pedimos, demandamos al gobierno de Cuba que finalmente obre con sentido común y justicia, y le dé la libertad inmediata e incondicional a todos estos hombres, porque ellos son inocentes”, reclamó Myriam Leyva, fundadora de las Damas y esposa del preso de los 75, Oscar Espinosa Chepe, condenado a 20 años.

Veinte años después de su creación, el grupo cuenta aún con algunas de sus Damas fundadoras, mientras que otras se han separado del movimiento.

Leyva, esposa de Oscar Espinosa Chepe.

La lucha pacífica y el reclamo original, la razón de ser de las Damas de Blanco, continúan vigentes, afirman, pues todavía en Cuba existen presos políticos, encarcelados por pensar diferente al régimen en el poder desde hace 64 años.

Varias de las mujeres fundadoras o que han sido parte de las Damas de Blanco en el transcurso de los años, hoy se encuentran en el exilio. No obstante, ya sea desde dentro o fuera de Cuba, ellas mantienen en su pensamiento e ideales el motivo de la existencia del movimiento: el reclamo de libertad para todos los presos políticos cubanos y para todo el pueblo de Cuba.

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Vigésimo aniversario de la creación del grupo Damas de Blanco.