La cubana Mailén Díaz Almaguer, única sobreviviente del accidente aéreo ocurrido el 18 de mayo de 2018 en La Habana, pidió justicia para las 112 víctimas.
El Boeing 737-200, que hacía la ruta local entre La Habana y la ciudad oriental de Holguín, se precipitó a tierra minutos después de despegar con 113 personas a bordo. El vuelo DMJ-972 se hizo en una aeronave arrendada por Cubana de Aviación a la compañía mexicana Global Air.
Entre los fallecidos se encontraban 101 cubanos y 11 extranjeros: siete mexicanos -incluidos los seis miembros de la tripulación y una turista-, dos argentinos y dos saharauis residentes en la isla, uno de los cuales tenía también nacionalidad española.
Díaz Almaguer manifestó en sus redes sociales el deseo de que se haga justicia, cinco años después de la tragedia.
"Dios es justo, pero tengo Fe que el que tenga responsabilidad pague su culpabilidad, hay mucho dolor detrás de este día 18 de mayo del 2018, vuelvo y repito, y no me cansaré de darle gracias a Dios por mi vida porque él me rescató ese día con un gran propósito que sólo Él sabe cuando lo terminará de cumplir, pero sí soy parte de los que aún luchan por JUSTICIA en memoria de todos nuestros familiares perdidos ese día", escribió la joven.
A raíz del accidente, la aerolínea mexicana dijo que el accidente se debió a un "fallo humano" de los pilotos. Manuel Rodríguez, director general de Global Air, explicó entonces en un comunicado que las investigaciones de las autoridades cubanas "revelan que la tripulación despegó la aeronave con un ángulo de ascenso muy pronunciado, creando una falta de sustentación que trajo como consecuencia el desplome de la aeronave".
En octubre pasado, la holguinera, y otros familiares de las víctimas, presentaron una querella contra la compañía mexicana y su director general por "deficiencias de seguridad" en el tribunal Audiencia Nacional de España.
Lee también Piden presión sobre Cuba para que cumpla indemnización por accidentes aéreosUn informe final de las autoridades cubanas atribuyó las causas a "una cadena de fallas humanas". Denuncias del personal que había tripulado la nave alertaron sobre fallas en los motores, en los radares y malas condiciones en general que hacían poco recomendable su utilización en el transporte de pasajeros.