El opositor y expreso político José Díaz Silva se encuentra detenido en la unidad policial de Santiago de Las Vegas desde el mediodía del jueves y está a punto de ir a prisión bajo la acusación de atentado a la autoridad.
El opositor de 47 años convoca cada jueves a los activistas del Movimiento Opositores por una Nueva República (MONR) a reunirse en el parque José Martí de esta localidad del municipio Boyeros.
En ocasiones llega una decena de ellos, en otras son detenidos violentamente por la policía para que no intercambien sus ideas delante de los vecinos.
La Seguridad del Estado no iba a sancionar a Silva por motivos exclusivamente políticos, por ello este jueves lo detuvieron mientras filmaba el operativo de la policía, trabajadores civiles e inspectores que intentaban echar abajo la casa en que nacieron sus padres, él y sus hijos, tal como relató a Martí Noticias su esposa, la Dama de Blanco Lourdes Esquivel Vieito.
Silva y su hermano Rolando Díaz Silva intentan reconstruir, con dinero que le envía su familia desde Estados Unidos, la vieja casona familiar ubicada en el barrio El Rancho, una localidad llena de viviendas ilegales, instaladas por quienes no han encontrado respuesta de las autoridades a sus necesidades habitacionales.
“Ayer jueves lo llama una sobrina que estaban en casa de Rolando, que habían inspectores, policías y la Seguridad del Estado, que tenían mandarrias e instrumentos como para derrumbar la vivienda. Entonces Silva fue para allá y lo único que hizo fue sacar su teléfono y ponerse a filmar a todos los que estaban allí”, explicó la esposa.
Según los detalles ofrecidos por Esquivel, el opositor fue llevado a la unidad policial de Santiago de Las Vegas y desde allí pudo hacerle una llamada.
“Me dijo que lo tenían allí en Santiago de Las Vegas, que lo acusaban de atentado, que cuatro inspectores son los que lo acusan y que lo iban a dejar allí hasta esperar que baje Fiscalía la orden de mandarlo a prisión preventiva”, señaló Esquivel Vieito.
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Más tarde, una hija suya fue a llevarle un módulo de aseo personal y solo le recibieron cepillo y pasta dental. Hasta este viernes no le permiten una camiseta y un pantalón.
José Díaz Silva fue sancionado en 2004 a cuatro años de cárcel bajo el delito de Peligrosidad Social Predelictiva; en la misma causa implicaron a sus hijos Ernesto Díaz Esquivel, de 32 años de edad, a 2 años de prisión y a José Díaz Esquivel, de 37 años de edad, a 3 años de cárcel.
Luego de integrar el MONR y ser Delegado del Movimiento Democracia –que dirige Ramón Saúl Sánchez en Miami-, Silva fue detenido en decenas de ocasiones hasta que en 2009 encabezó una protesta pacífica que unió a decenas de activistas y vecinos y la policía lo condenó a un año de cárcel por “instigación para delinquir”.
Participar: un mensaje para la gente
Silva detalló este miércoles al programa Contacto Cuba de Radio Martí (a partir del minuto 11:00) las razones por las que está animando a los cubanos a participar en las elecciones de 2018, a pesar de las críticas de los propios opositores y la represión del gobierno.
“El mensaje que mandamos es que nosotros queremos hacer la diferencia, porque aquí lo que existe es un sólo partido, y queríamos darnos a conocer dentro de los barrios”, señaló Silva a escasas horas de ser detenido.
¿Qué ha hecho Díaz Silva tener casi un pie en la cárcel? Nada, ejercer su derecho como cualquier cubano. Desde septiembre se ha embarcado en animar a decenas de opositores a presentarse como candidatos a delegados al Poder Popular, apoyando al iniciativa #Otro18 que coordina en Cuba el intelectual y político Manuel Cuesta Morúa.
Los obstáculos han sido tales que el mismo gobierno ha incumplido su propia Ley electoral, reclama Silva. “En el barrio mío no se ha hecho la reunión que se prometió para sacar al candidato”.
Como ejemplo de estas interrupciones en el proceso electoral de base, Díaz Silva ejemplificó con el caso de Elías Sánchez Sánchez en San Antonio de los Baños, provincia Artemisa. “Era candidato a presentarse y cuando iban a hacer la reunión lo cogieron preso y lo liberaron después que concluyó la reunión”.
Otro ejemplo expuesto por Silva es el de Justo Antonio Paz Domínguez, quien en el barrio de El Rincón se presentó como candidato “y hubo trece personas que votaron por él, porque muchos de los que participaron eran afiliados al sistema, eran gente del Partido que fueron llevados por la Seguridad del Estado”.
Pero las críticas, lo sabe Díaz Silva, han venido también de sus colegas de la oposición y la sociedad civil independiente, pero se mostró resuelto a aceptarlas, dijo, “si queremos vivir en democracia un día”.
“Para nada nosotros queremos legalizar o seguirle la doctrina al sistema. Lo que estamos buscando son vías para llegarle a ese pueblo, que está esperando por nosotros a que nos comuniquemos con ellos. Pero cada cual tiene su opinión y la puede expresar, nosotros la respetamos”, concluyó el opositor.
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