La Ley de Ajuste Cubano no está bajo ningún cuestionamiento, así lo afirmó el abogado Willy Allen en declaraciones a la revista informativa Martí Noticias AM.
El Cuban Adjustment Act (CAA), su nombre en inglés, fue promulgado en 1966 como una vía especial para que los refugiados cubanos obtuvieran la residencia permanente en los Estados Unidos.
“Gracias al trabajo brillante del congresista Lincoln Díaz-Balart y de la ex (congresista) Ileana Ros-Lehtinen, la Ley de Ajuste Cubano está amarrada al acto de la democracia”, explicó el abogado.
“Esto significa que para que esta ley sea eliminada, el Presidente de Estados Unidos tendría que anunciar al Congreso que Cuba ha realizado elecciones libres, democráticas y transparentes. El día que el presidente de este país realice ese anuncio, se elimina la Ley de Ajuste Cubano, lo cual no creo que pase este 2023”, indicó el experto.
La polémica y las reacciones entre los inmigrantes se desataron luego del cuestionamiento realizado por el senador republicano de la Florida, Marco Rubio, al Secretario del Departamento de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, acerca de los ciudadanos de la Isla que tienen estatus de refugiados en EEUU y viajan a Cuba en reiteradas ocasiones.
“Una vez que estás aquí, se supone que estás aquí porque eres un refugiado que huye de la persecución y tienes una serie de beneficios como mínimo. Si un año después estás aquí como refugiado, pero regresas a Cuba seis veces, ¿no deberías al menos perder el estatus de refugiado?”, preguntó el cubanoamericano durante una audiencia del Comité de Asignaciones del Senado.
El senador también indagó por los cubanos aceptados como refugiados, que reciben ayudas de dinero en efectivo y cupones de alimentos y los llevan de regreso a Cuba: "Si estás escapando a una persecución ¿cómo puede ser que un año después estás pasando los veranos en Cuba? ¿Cómo puede ser que en menos de un año estás viajando de vuelta, digamos, 6 y 8 veces al año a Cuba? Nunca he escuchado de personas huyendo a una persecución regresando a un lugar repetidamente. Aquí hay un problema, ¿no?".
El abogado dijo a nuestra redacción que “el cuestionamiento está ahora si con la petición de asilo político por parte de los cubanos y su posterior legalización pueden viajar a Cuba".
"La respuesta es que cualquier persona que viaje a su país de origen con su residencia americana puede tener una experiencia a su arribo a Estados Unidos”, explicó el abogado y agregó que, en estos casos, pueden incluso devolverlos a la Corte de Inmigración para ver si el asilo otorgado fue frívolo o una mentira.
Allen recordó que desde su creación esta ley nunca ha prohibido que las personas viajen a la Isla. "El gobierno cubano es quien ha prohibido y se ha dado el placer de negar la entrada a decenas de miles de cubanos que poseen asilo o residencia en Estados Unidos y diferentes países del mundo”.
“Una cosa es viajar a Cuba, a visitar a tu familia; otra cosa es las personas que se retiran en este país y que viajan varias veces a la Isla, serán cuestionados cuando realizan el proceso de ciudadanía, igual que a cualquier persona que tenga residencia y permanezca fuera de Estados Unidos varios meses. Ocurre con frecuencia todos los días en el aeropuerto de Miami", apuntó.
El experto se refirió a los acuerdos de deportación existentes entre Estados Unidos y Cuba, en los que el gobierno cubano ha limitado el número de personas que recibe.
“En las calles de Miami caminan hoy miles de personas, con cierta inseguridad, porque tienen un documento I220 B, que les impide legalizarse, incluso poseen permiso de trabajo, pero están imposibilitados de obtener una residencia por tener una orden de deportación”, afirmó Allen agregando que muchos de estos cubanos están a la espera de que el gobierno cubano los acepte, amparados en la resolución migratoria antes mencionada.
Cualquier cubano que haya arribado a Estados Unidos desde el 2017 que posea un parole o un documento I220 A, no corre peligro de ser deportado, dijo el licenciado.
"Por otra parte, los cubanos que han obtenido su residencia con I220 A o CU6, no corren ningún peligro de que al viajar a Cuba y retornar los cuestionen en ningún aeropuerto estadounidense”, concluyó el abogado.