Activista cubano a celda de castigo por negarse a trabajos forzados

Tomás Núñez Magdariaga cumple una sentencia de 6 meses en la prisión Aguadores, en Santiago de Cuba.

El activista de UNPACU Tomás Núñez Magdariaga se niega, además, a asistir a clases de reeducación que tienen como objetivo disuadirlo de sus ideas políticas.

Un preso político, miembro de la organización opositora Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) permanece en una celda de castigo de la prisión Aguadores, en Santiago de Cuba, por su negativa a integrarse a un plan de reeducación y a un campamento de trabajo forzado.

Tomás Núñez Magdariaga cumple una sentencia de 6 meses en prisión por el impago de “multas arbitrarias”, explicó a Martí Noticias la responsable de atención a los presos políticos de esa organización, Lisandra Roberts.

Multas que le pusieron por su activismo, por participar en reuniones, en manifestaciones pacíficas, entre otras cosas”, detalló.

Your browser doesn’t support HTML5

Lisandra Roberts: “Él dice que él no va a asistir a ninguno de esos centros"

Además de aislarlo del resto de los reclusos como castigo por su insubordinación, y por negarse a asistir a clases de reeducación que tienen como objetivo disuadirlo de sus ideas políticas, Núñez Magdariaga fue agredido verbalmente por el educador del Destacamento Número 1 de la prisión.

“Él dice que él no va a asistir a ninguno de esos centros, porque él no está ahí para trabajar y menos al servicio del régimen castrista”, comentó Roberts.

En estos centros de trabajo forzado, explicó Roberts, los reclusos se ocupan en la producción de carbón de marabú, albañilería, o labores agrícolas.

“Tenemos casos de presos comunes que nos han llamado a nuestra sede a hacer denuncias con respecto al pago que les tienen que hacer por el trabajo que hacen, que se pasan meses sin pagarles”, dijo la activista.

Un representante de la UNPACU visitó la prisión recientemente para indagar sobre el estado de salud de Núñez Magdariaga, pero las autoridades se negaron a ofrecer detalles de su situación.


Un video grabado por activistas de UNPACU en 2015 revela las denuncias de los presos en el campamento “Jucarito”, del municipio Río Cauto, en la provincia Granma, donde se produce carbón para la exportación.

Los presos que trabajan en el mencionado campamento carecen de ropas y zapatos para acometer la obra, duermen sobre improvisadas camas de hierbas, beben agua fangosa y comen igual de mal.

En el video, se quejan también de las endebles justificaciones de la empresa del MININT para pagarle las toneladas de carbón a precios muy inferiores a los establecidos.

(Con la colaboración de la periodista Yolanda Huerga)