El Consejo de Estado de Cuba convocó a los delegados a las Asambleas Municipales del Poder Popular a rendir cuentas a sus electores a partir del 20 de septiembre.
Esteban Lazo, presidente del Consejo de Estado y de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), expondrá las disposiciones necesarias para el impulso del proceso que concluirá el 15 de noviembre, según la prensa estatal.
El llamado de las autoridades ocurre luego de que un grupo de organizaciones de la sociedad civil, bajo la alianza Rendición de Cuentas Ya, enviaran en febrero pasado una carta al Parlamento exigiendo la celebración de las reuniones, que ya habían sido suspendidas en dos ocasiones.
“Las asambleas de rendición de cuentas son importantes porque representan el único espacio mínimamente democrático que tiene la población para expresar sus opiniones ante los representantes del régimen. Un espacio muy restringido en el que incluso se le niega la participación a las personas que se oponen abiertamente al régimen, pero que no deja de ser el único que tiene la población para expresar sus opiniones ante estas personas que representan los intereses del poder”, indicó a Martí Noticias Frank Abel García, subsecretario ejecutivo de Candidatos por el Cambio, proyecto que busca “promover la democracia desde las estructuras de base de la nación cubana”.
En un comunicado, la agrupación asentada en la capital cubana reconoce que “desde que se implantó el actual sistema político esas asambleas han constituido un paso formal, ante una ciudadanía pasiva y la ausencia forzada de quienes piensen diferente e incluso, aun con su presencia, su accionar se ha visto anulado por el absoluto control del Partido-Gobierno".
En este sentido, García considera que la crisis del país, la emigración masiva y la ausencia de un “mecenas” para abordar la ineficiencia crónica del sistema, podrían ser favorables para que las asambleas de rendición de cuentas se conviertan en verdaderos focos de denuncias ciudadanas.
“Las asambleas de rendición de cuentas se pudiera aprovechar para que la población exprese su inconformidad con la situación existente en el país, y con algunas leyes, y se presenten formalmente peticiones para exigir reformas”, apuntó.
Lee también Miedo, rechazo, incapacidad... por qué el Consejo de Estado aplazó asambleas de barrio en CubaEl Observatorio Legislativo de Cuba, una iniciativa de la red DemoAmlat que se ocupa de hacer visibles las principales amenazas a la democracia en la región, en especial en los regímenes autoritarios, también atribuye a las asambleas periódicas de los delegados con sus electores, un papel destacado en el contexto presente.
“Es positivo que se realicen las asambleas de rendición de cuentas. En realidad, debieron efectuarse a fines del año pasado y ahora es que las van a hacer cuando ellos creen tener un mejor control de la situación social y política del país”, señaló, desde Buenos Aires, Raudiel Peña, coordinador del proyecto.
“Es importante que se resalte la obligación de las autoridades de permitir la participación de todos los ciudadanos, incluidos aquellos que realizan algún tipo de observación electoral o participativa en esos espacios y que es bueno que se asegure su participación y que al mismo tiempo se asegure la participación de todos los ciudadanos en un plano de igualdad, que puedan exponer sus criterios y que además, los problemas que sean denunciados o presentados por las personas, pues puedan atenderse adecuadamente por las autoridades”, subrayó.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión Permanente de Trabajo de Órganos Locales en la ANPP, Miriam Brito Sarroca, afirmó en un artículo publicado en el sitio oficial del Parlamento, que la rendición de cuentas de los delegados a sus electores es de gran importancia en el sistema del Poder Popular, porque, mediante ese proceso, los electores conocen, evalúan y se pronuncian sobre la gestión de sus representantes en un período determinado.
La opositora Martha Beatriz Roque Cabello no opina del mismo modo sobre las asambleas de rendición de cuentas. “Es igual que se celebren o no, porque nada resuelven. Son reuniones para tomar notas. Ni siquiera sirven para que la gente pueda hablar, porque aún el cubano tiene miedo a marcarse”, recalcó.
Después del estallido social del 11 de julio de 2021, las protestas ciudadanas se han hecho frecuentes, tanto en las calles como frente a las oficinas del Poder Popular, del Partido Comunista de Cuba y otras estructuras de gobierno.