Afirman que propuesta para liberar viajes a Cuba cuenta ahora con mayoría en el Senado de EEUU

Cubanos en el Malecón saludan a los turistas del Adonia, al entrar a puerto habanero.

El proyecto de Ley de Libertad para Viajar a Cuba, que no prosperó en el anterior Congreso, fue presentado de nuevo el jueves en el Senado y se reporta que ahora contaría con 55 de los 100 votos en esa cámara.

Una propuesta de Ley para que los estadounidenses puedan viajar sin restricciones a Cuba, incluso como turistas, fue presentada el jueves en el Senado del Congreso norteamericano, y los patrocinadores dicen contar con el respaldo de 55 de los 100 miembros de la Cámara alta.

El proyecto legislativo denominado Ley de Libertad para Viajar a Cuba, pondría fin a las restricciones legales para que los ciudadanos de esta nación hagan turismo en la Isla, y eliminaría las trabas a las transacciones bancarias relacionadas con dichos viajes.

Esta legislación, que ya fue presentada en el 114 Congreso en el año 2015 sin que lograra progresar, se reintroduce en el Senado con 46 de sus copatrocinadores originales, informó la coalición norteamericana que promueve el levantamiento del embargo a la mayor de las Antillas, Engage Cuba.

Aunque exista una mayoría para su aprobación en la Cámara alta, una versión debe ser presentada y aprobada por la Cámara de Representantes, y luego conciliada por ambas cámaras, y promulgada por el Presidente, para convertirse finalmente en Ley.

Engage Cuba señaló en un comunicado que el proyecto se presentó como exponente del respaldo bipartidista existente en el Congreso para que los estadounidenses puedan viajar libremente a Cuba, y no bajo el sistema actual de autorizaciones, que contempla 12 categorías generales.

Los senadores Jeff Flake, republicano por Arizona, y Patrick Leahy, demócrata por Vermont, encabezaron el grupo bipartidista en la reintroducción de la llamada Ley de Libertad para Viajar a Cuba.

Desde la administración Obama los estadounidenses pueden viajar a Cuba, pero no se les permiten actividades como el turismo de playa.

Las 12 categorías generales, aprobadas por la administración de Barack Obama, autorizan a los norteamericanos a viajar a este destino si lo hacen, entre otros, por motivos familiares, religiosos, viajes oficiales gubernamentales, de organizaciones humanitarias, por intercambios profesionales o para coberturas periodísticas, pero la categoría más recurrida en estos llamados viajes de pueblo a pueblo es la de los intercambios educativos y culturales. El gobierno de Obama incluso autorizó los viajes individuales, que no obligan a seguir un programa una vez en la isla.

Como resultado de esas medidas, la cantidad de estadounidenses que arribaron a Cuba creció exponencialmente hasta llegar en 2016 a más de 285 mil, un incremento del 74% respecto al año anterior; sin embargo, la Isla sigue vetada para hacer propiamente turismo a los ciudadanos del país norteño.

"Reconocer el derecho inherente de los estadounidenses a viajar a Cuba no es una concesión a los dictadores, es una expresión de libertad", consideró Flake.

"El levantamiento de la prohibición a los ciudadanos estadounidenses que viajan a Cuba puede allanar el camino para un cambio significativo, al aumentar el contacto entre los cubanos y los estadounidenses diariamente, y seguro que tendrá beneficios positivos para el floreciente sector empresarial y privado de la isla", agregó.

La mayor parte de las instalaciones hoteleras y servicios relacionados con el turismo en la isla están en manos del Estado, y en particular, del grupo militar-empresarial GAESA.

Por su parte, Leahy enfatizó la mayoría bipartidista detrás de la propuesta, que ─dijo─ "está de acuerdo en que el Gobierno federal no debe decirles a los estadounidenses dónde pueden o no pueden viajar, especialmente a un pequeño país a sólo 90 millas de Florida".

"Las restricciones que nuestra ley eliminaría son un vestigio fallido de la Guerra Fría. La prohibición de viajar no está justificada ni por nuestra seguridad nacional ni por nuestros intereses económicos", insistió el senador demócrata.

El Gobierno del expresidente Barack Obama reinició las relaciones con Cuba a finales de 2014, y relajó significativamente mediante autoridad ejecutiva las regulaciones del embargo, cuyo levantamiento depende en última instancia del Congreso.

El presidente Trump prometió a los cubanos durante su campaña reconsiderar muchas de esas medidas. Su gobierno ha informado que está revisando de manera exhaustiva e integral la política de Estados Unidos hacia Cuba.

(Con información de Reuters y EFE)