Así definió Monseñor Oscar Castañeda al fallecido Obispo Auxiliar Emérito Agustín Román durante la misa del jueves en la noche en la Ermita de la Caridad.
Hasta el próximo sábado a las 12 del mediodía las puertas del Santuario Nacional Ermita de la Caridad, en Miami, estarán abiertas para rendir un último tributo a Monseñor Agustín A. Román Rodriguez.
El cadáver fue expuesto pasada ya las 6:00 pm en la capilla del Santísimo Sacramento, acompañado de una imagen de la Virgen de la Caridad, su escudo de Obispo con el lema “Ay de mí si no evangelizo” y una bandera de Cuba. Miles de dolientes pasaron antes y después de la misa frente al cadáver, que tenía como guardia de honor a los miembros de la Archicofradía de la Ermita.
La homilía fue presidida por Monseñor Oscar Castañeda, quien por nueve años, fue Rector de la Ermita. Volvía de nuevo al ambón para elevar plegarias por quien fuera su compañero de labores en el templo y maestro. Monseñor Castañeda recordó que Román fue el fundador y alma del Santuario, con una vida consagrada a Cristo; fiel a su divisa de evangelizar. Un hombre de fe por excelencia, dedicado al trabajo pastoral y como prueba de ellos recordó el ahora párroco de San John en Hialeah, el que falleciera precisamente trabajando. No importó que el miércoles fuera su día de descanso, dijo Castañeda, pues ofició la misa matutina por Radio Paz, grabó tres programas de radio y se aprestaba a dar la catequesis del miércoles, pues el sacerdote asignado no la podía impartir.
La construcción del Santuario Nacional era una de las enseñanzas que Román presentaba a diario, una muestra de la recolección “a centavo” de los exiliados cubano, pero Monseñor Castañeda insistió que la sin la fe de Román el dinero hubiera sido insuficiente. La devoción al sacerdocio de Román estuvo presente en los pasajes de la homilía y culminó la misa con una afirmación que fue recibido con ovación por los que colmaban el templo, afirmando que “Román es el profeta que la Iglesia y Cuba necesita, es el Santo de los tiempos modernos”.
El actual Rector del Santuario Nacional, Padre Juan Rumin, anuncio que el sábado una procesión de autos acompañará el cadáver por la calle 8 desde la 27 avenida hasta la Catedral de Santa María desde las 12 meridiano y la una de la tarde, se oficiara en la sede de la arquidiócesis una misa que presidirá Monseñor Thomas Wenski, Obispo de la Arquidiócesis.
Finalizada la misa los fieles seguían desfilando ante el féretro.
El cadáver fue expuesto pasada ya las 6:00 pm en la capilla del Santísimo Sacramento, acompañado de una imagen de la Virgen de la Caridad, su escudo de Obispo con el lema “Ay de mí si no evangelizo” y una bandera de Cuba. Miles de dolientes pasaron antes y después de la misa frente al cadáver, que tenía como guardia de honor a los miembros de la Archicofradía de la Ermita.
La homilía fue presidida por Monseñor Oscar Castañeda, quien por nueve años, fue Rector de la Ermita. Volvía de nuevo al ambón para elevar plegarias por quien fuera su compañero de labores en el templo y maestro. Monseñor Castañeda recordó que Román fue el fundador y alma del Santuario, con una vida consagrada a Cristo; fiel a su divisa de evangelizar. Un hombre de fe por excelencia, dedicado al trabajo pastoral y como prueba de ellos recordó el ahora párroco de San John en Hialeah, el que falleciera precisamente trabajando. No importó que el miércoles fuera su día de descanso, dijo Castañeda, pues ofició la misa matutina por Radio Paz, grabó tres programas de radio y se aprestaba a dar la catequesis del miércoles, pues el sacerdote asignado no la podía impartir.
La construcción del Santuario Nacional era una de las enseñanzas que Román presentaba a diario, una muestra de la recolección “a centavo” de los exiliados cubano, pero Monseñor Castañeda insistió que la sin la fe de Román el dinero hubiera sido insuficiente. La devoción al sacerdocio de Román estuvo presente en los pasajes de la homilía y culminó la misa con una afirmación que fue recibido con ovación por los que colmaban el templo, afirmando que “Román es el profeta que la Iglesia y Cuba necesita, es el Santo de los tiempos modernos”.
El actual Rector del Santuario Nacional, Padre Juan Rumin, anuncio que el sábado una procesión de autos acompañará el cadáver por la calle 8 desde la 27 avenida hasta la Catedral de Santa María desde las 12 meridiano y la una de la tarde, se oficiara en la sede de la arquidiócesis una misa que presidirá Monseñor Thomas Wenski, Obispo de la Arquidiócesis.
Finalizada la misa los fieles seguían desfilando ante el féretro.