El europarlamentario Hermann Tertsch dijo en Twitter que la cumbre de la Unión Europea con los países de la CELAC ha comenzado este lunes en Bruselas con un jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, "reprobado por el Europarlamento por complicidad con la dictadura cubana".
"Cumbre de la hipocresía de la UE simula normalidad con dictaduras, narcotraficantes y violadores de derechos humanos", aseveró el legislador del Partido VOX, de España.
Tertsch se refirió a la resolución del Parlamento Europeo que condenó el 12 de julio las violaciones en Cuba y exigió sanciones contra Miguel Díaz-Canel.
La resolución también aseguró que, “a pesar del tiempo transcurrido desde la entrada en vigor” del Acuerdo de Diálogo Político, “la situación de ausencia de democracia y de libertades en Cuba no ha mejorado en absoluto”, sino que, por el contrario, “ha empeorado”.
Arturo McFields Yescas, exembajador de Nicaragua ante la OEA, dijo este lunes en Twitter que la cumbre "es un evento grotesco. Sin importar sanciones ni denuncias por crímenes de lesa humanidad, la dictadura de Venezuela llega alegremente a la Cumbre en Bruselas".
"Sin importar 64 años de dictadura y 1,000 presos políticos el tirano de Cuba Díaz Canel y su esposa Lis Cuesta llegan alegremente a la Cumbre en Bruselas en un avión de CONVIASA Venezuela", comentó el también periodista.
La organización no gubernamental Foro de Madrid considera que hay 10 temas clave que la cumbre de la UE-CELAC debería tratar, como por ejemplo promover la democracia en Cuba y defender la Carta Democrática Interamericana:
- Promover el restablecimiento de la democracia, las libertades y el Estado de Derecho en Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela, donde diariamente se violan los derechos humanos; y exigir que se produzcan cuanto antes elecciones libres y transparentes en esos países.
- Denunciar la persecución a los adversarios del Foro de São Paulo y del Grupo de Puebla, ya sea mediante argucias legales para inhabilitarlos o encarcelarlos, como a Jeanine Añez y Luis Fernando Camacho en Bolivia
- Combatir el narcotráfico en la región, que se ha incrementado, entre otros motivos, debido a las políticas de Gustavo Petro para legalizar las drogas y debido al aval que Lula y Petro proporcionan a Nicolás Maduro, jefe del Cartel de los Soles.
- Rechazar la impunidad y las cuotas de poder que Petro otorga a grupos terroristas como el ELN, las FARC y la Primera Línea, así como la protección que el régimen de Maduro les brinda en territorio venezolano.
- Repudiar la intención de Sánchez de blanquear a sus socios terroristas y separatistas en España, vinculados a su vez con movimientos y partidos de la izquierda iberoamericana.
- Rechazar de manera unánime al fundamentalismo islámico –distinto y contrario a la religión islámica– que ha puesto en jaque a Francia, provocado un conflicto de proporciones incalculables; y a la vez exigir el fin de las denominadas políticas multiculturalistas.
- Condenar de forma generalizada la guerra de exterminio que Rusia está llevando a cabo en contra del pueblo ucraniano, y exigir la expulsión inmediata de militares y equipos rusos que operan en Iberoamérica, particularmente en Venezuela.
- Demandar el cese de la alianza y, en algunos casos subordinación, con potencias como Rusia, China e Irán, que abiertamente rechazan los valores de occidente y que usan a Iberoamérica como plataforma para amenazar a toda la región.
- Comprometerse inequívocamente con los postulados de la Carta Democrática Interamericana, en el sentido de defender la dignidad humana, la libertad de pensamiento y de expresión, el derecho a la propiedad y a la iniciativa privada, elecciones libres y alternancia en el poder.
- Combatir las ideologías que tanto daño causan a nuestras naciones occidentales, como el ecologismo radical, el indigenismo y la ideología de género, entre otras.
Entretanto, Amnistía Internacional declaró que los Estados miembros de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños deben abordar con urgencia los graves problemas de derechos humanos que afrontan sus respectivos continentes.
Amnistía aseveró que los dirigentes deben tratar cuestiones como las relativas a las personas defensoras de los derechos humanos y el espacio de la sociedad civil; los derechos a la libertad de reunión pacífica y a la protesta pacífica; los derechos humanos de las personas refugiadas y migrantes; la violencia y la discriminación contra las mujeres y las niñas; y la defensa de los logros en materia de derechos humanos y del sistema internacional de derechos humanos.