Almagro responde acusaciones de "violación de autonomía" por parte del CIDH

El secretario general de la OEA, Luis Almagro.

El Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA) Dr. Luis Almagro, ha dado a conocer, en declaración emitida en el día de hoy, 28 de agosto, su posición respecto al contencioso surgido entre la entidad que preside y la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) por motivo de la negativa del Secretario General Almagro a dar su visto bueno a la reelección como Secretario Ejecutivo del CIDH del brasileño Paulo Abrao, quien ocupa el cargo desde 2016.

“Respecto a cierta campaña de desinformación”, señala Almagro en su declaración, “por la cual se quiere hacer creer que la autonomía de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está de alguna manera en riesgo, reafirmo que no tengo ningún interés ni deseo de participar en la selección del próximo Secretario Ejecutivo, ni participar en las discusiones que lleven a su elección, ni de escogerlo por mi parte. Reafirmo que ese proceso corresponderá a la CIDH”.

“desconocen derechos laborales básicos de las trabajadoras y los trabajadores para garantizarles la posibilidad de trabajar libres de acoso"

“Reitero, asimismo”, advierte Almagro, “que de ninguna manera incorporaré o reincorporaré a ninguna persona sobre la cual penden 61 denuncias. Más allá de la presunción de inocencia es desconocer la gravedad que tienen estos hechos y que la CIDH tuvo más de un año para materializar esa presunta inocencia trasladando lo informado por la Ombudsperson (investigador de denuncias ciudadanas o defensor del pueblo) a las instancias de la OEA correspondientes”.

Esta reacción del Dr. Almagro se debe a las acusaciones del Comité Ejecutivo del CIDH de que el Secretario General de la OEA, con su negativa a ratificar la reelección de Paulo Abrao, está violando la “autonomía e independencia de la Comisión” y, por lo tanto, dicha Comisión “expresa su más enérgica protesta; así como su alarma ante un grave embate contra su independencia y autonomía”.

Según las declaraciones del Secretario General, los miembros de la directiva del CIDH, hicieron caso omiso a los resultados de los informes al respecto presentados por él mismo y no iniciaron ninguna gestión o procedimiento para esclarecer las 61 denuncias sobre “conflictos de interés, tratos diferenciales, retrocesos en la transparencia de los procesos, retaliaciones y violaciones al código de ética, impunidad para denuncias de acoso sexual” que, al parecer, son sólo algunas de lasacusaciones que se han presentado en contra de Paulo Abrao.

nos llama la atención que consideraran que la persona más apta para el cargo es alguien con 61 denuncias pendientes de resolver, lo que hace ver una situación funcional muy grave”

De acuerdo a lo expresado por Almagro, lejos de esclarecer los hechos, los Comisionado del CIDH se apresuraron a ratificar a Paulo Abrao en el cargo “de forma inmediata”, sin tener en cuenta que el trabajo realizado por la Ombudsperson “fue largo y transparente dado que mantuvo permanentemente informada a la CIDH”. “Por otra parte”, agrega, “nos llama la atención que consideraran que la persona más apta para el cargo es alguien con 61 denuncias pendientes de resolver, lo que hace ver una situación funcional muy grave”.

En otro aspecto de su declaración. El Dr. Luis Almagro se refiere a que “le ha hecho pensar” la poca atención que la Organización (refiriéndose a la OEA) y “el mundo entero” prestan a “la situación de las víctimas de acoso laboral” “La situación que viven, cómo el sistema los invisibiliza, los enmudece, los aplasta. Cómo de pronto son lo menos importante de todo. Cómo el acusado mueve el sistema, cómo el sistema lo arropa sin importar nada y, mucho menos, los derechos de las eventuales víctimas”.

“desconocen derechos laborales básicos de las trabajadoras y los trabajadores para garantizarles la posibilidad de trabajar libres de acoso"

Acto seguido, Luis Almagro hace referencia a organizaciones como la OACNUDH, HRW, Amnistía Internacional, CEJIL y otras que “desconocen derechos laborales básicos de las trabajadoras y los trabajadores para garantizarles la posibilidad de trabajar libres de acoso". "Respuestas corporativas" agrega, "o negacionistas no es la mejor manera de dar justicia ni de garantizar los derechos humanos”, asegura Almagro.

“Como Secretario General”, concluye, “no voy a imponer nunca un Secretario Ejecutivo a la CIDH, reconozco […] su derecho de seleccionar a la persona que considere más apta ética y profesionalmente para el desempeño del cargo. […] Por otra parte, también velaremos para evitar que la autonomía e independencia de la CIDH se vea afectada por la intromisión de ningún Estado en éste y otros procesos internos”.