Ampuero revive de forma crítica su juventud

  • Agencias

Vista general del acto de repudio. Los militares delante y detrás los niños que lanzaron las consignas y ofensas a las Damas de Blanco en La Habana el 7 de enero de 2016. Fotos cortesía de Ángel Moya Acosta.

"Debo recordarles a los que no vivieron en la dictadura que el sexo era lo más importante, porque era el único espacio de libertad donde el Estado no podía entrar", dice el escritor.

Roberto Ampuero salió de su Chile natal en 1974 como exiliado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) para llegar a la República Democrática Alemana (RDA) y ahora evoca de manera crítica su memoria sobre esta época en "Detrás del muro" (Plaza & Janés).

En una entrevista con Efe, Ampuero (Valparaíso 1953) asegura que le interesaba contar la historia de los latinoamericanos que vivieron "detrás del muro pero siempre en contrapunto con el presente, con la Alemania de entonces y la Alemania unificada".

El autor mezcla episodios de su juventud con un recorrido por el Berlín actual, en el que rememora sus viejos tiempos como militante comunista que huye de la dictadura de derechas chilena.

"Esta historia la vivieron muchas personas, no solo europeos orientales", dice. Y es que en el libro aparecen personajes latinoamericanos que huyeron de las dictaduras militares en el continente, en su mayoría chilenos, y que encontraron refugio en la RDA.

Ampuero considera sus memorias como un ejercicio "legítimo, válido e importante" porque "tendemos a olvidar rápidamente que hasta hace muy poco, Europa estaba dividida y eso a los jóvenes les suena como algo kafkiano".

Una de las anécdotas más destacadas del relato es la omisión constante de la existencia del muro: "No se podía utilizar el término die Mauer (el muro) en ningún medio, ni en cine, ni literatura, ni canciones ...ni siquiera en conversaciones privadas, era una palabra prohibida", asegura el también autor de las historias del detective Brulé.

Asimismo, en el libro se recogen las historias amorosas del protagonista, pero asegura que "todos los nombres de las amigas y amantes del personaje están cambiados", porque lo importante es "la atmósfera".

"Debo recordarles a los que no vivieron en la dictadura que el sexo era lo más importante, porque era el único espacio de libertad donde el Estado no podía entrar", dice.

En "Detrás del muro", Ampuero critica, entre otras cosas, el "silencio" por parte de los exiliados en la RDA, que convirtió a muchos en "acríticos" con la situación.

"En el fondo, salieron de una dictadura para entrar en otra. Muchos de ellos condenaron la dictadura de derechas y negaron la de izquierda, entiendo que por compromiso con los países que los acogían", afirma.