Antimotines reprimen marcha estudiantil en Chile

  • Agencias

Your browser doesn’t support HTML5

Disturbios entre los estudiantes y la policia chilena

Algunos estudiantes intentaron caminar por una calle que desemboca en el palacio de La Moneda pero la policía los obligó a retroceder.

La policía chilena reprimió el martes con chorros de agua y gases lacrimógenos a centenares de universitarios que intentaban marchar hacia el Ministerio de Educación en rechazo a la reforma educativa.

Desde media mañana los jóvenes se reunieron en múltiples puntos alrededor del centro de Santiago y partieron hacia el ministerio, adyacente al palacio de gobierno. Pero tras caminar pacíficamente unas pocas cuadras fueron interceptados por efectivos antimotines.

La alcaldía de Santiago les había negado el permiso para realizar la marcha.

La policía no entregó cifras de detenidos. Un periodista del canal estatal de televisión denunció el arresto del camarógrafo Gonzalo Carvajal "sin absolutamente ninguna provocación" y sostuvo que "lo azotaron, la cámara debe haber quedado destruida, lo subieron al carro policial y se lo llevaron detenido".

Algunos estudiantes intentaron caminar por una calle que desemboca en el palacio de La Moneda pero la policía los obligó a retroceder. Otras decenas lograron acercarse al palacio, pero fueron empujados y dispersados con gases irritantes.

"En el mismo camino de cambiar la educación está la revolución", "A frenar las reformas del Estado neoliberal", se leía en algunos de los carteles que portaban los estudiantes.

En varias arterias de la capital la policía intentó impedir que se interrumpiera el tránsito formando férreos cordones y empujando a los estudiantes con sus escudos. Se observaron enormes atascos de vehículos.

Los estudiantes rechazan el esperado proyecto de reforma educativa que ingresó la víspera al Congreso tras al menos nueve dilaciones.

La reforma es el programa estrella de la presidenta Michelle Bachelet y el pilar de su campaña electoral. Sin embargo, el fuerte descenso en los precios internacionales del cobre, la principal exportación chilena, hizo que los cambios propuestos por la mandataria queden vinculados al crecimiento económico del país.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, precisó que "con lo que ya hemos avanzado y lo que está en el informe financiero, la parte de educación superior cuesta aproximadamente 1,5 % del PIB, y esta es la parte que nos falta", lo que implica 3.371 millones de dólares.

El proyecto "no consagra la gratuidad para todos, sino solamente para unos pocos. ¿Por qué tiene que ser un beneficio que sólo llegue a goteo?", criticó el presidente de los alumnos de la Universidad Central y vocero de la confederación que aglutina a los estudiantes de las universidades chilenas, Gabriel Iturra.

Iturra agregó que según las condiciones establecidas por Bachelet, que traspasó la decisión de adoptar una educación gratuita y universal a futuros gobiernos, la enseñanza gratis se podría financiar recién en 20 o 25 años.

"No puede ser que la gratuidad dependa de los vaivenes del mercado o del crecimiento del país", se quejó Patricio Medina, de la Universidad de Santiago.

"La educación es un derecho social, no puede estar regulada por los criterios del mercado; lo consideramos insólito", enfatizó Iturra.

El movimiento se repitió en ciudades del interior como Valparaíso, Viña del Mar y Concepción.