Los habaneros se preparan para un toque de queda que entra en vigor este primero de septiembre durante 15 días de siete de la noche hasta las cinco de la madrugada.
Esa y otras medidas, en opinión de algunos traerán muchas complicaciones que lejos de educar ante la alarmante situación epidemiológica, tienen un trasfondo represivo.
La activista Ariana Mena, quien reside en La Habana Vieja conversó con Radio Martí sobre el tema.
Your browser doesn’t support HTML5
“Ellos están con un miedo terrible, pero los estallidos sociales empiezan en las capitales y aquí no hay comida, no hay medicinas, aquí no hay agua, aquí no hay nada…”. declaró Mena y señaló que el único pretexto que tienen para controlar es el COVID-19.
Los habitantes de la capital cubana, como todos los cubanos, tienen que enfrentarse a las largas colas que comienzan a hacerse en la madrugada para buscar alimentos, pero con el toque de queda nadie podrá permanecer en las calles durante esas horas.
“La preocupación que tienen las personas es que no van a poder esperar desde antes, pero bueno, la solución no está en manos de nadie", dijo la periodista Luz Escobar, de la publicación 14ymedio.
Entre las nuevas medidas que entrarán en vigor está el uso de una tarjeta temporal para hacer compras en La Habana para aquellas personas que no tengan carnet de identidad o que no sean residentes de la capital pero que la pandemia los haya dejado atrapados allí.
Los extranjeros serán las únicas personas que no están limitadas a comprar exclusivamente en sus municipios de residencia.
Este salvoconducto también será necesario para desplazarse de un municipio a otro, pero hasta el momento la entrega ha sido caótica, indica Escobar pues la mayoría de las personas desconocen dónde pueden adquirir este documento.
Lee también Multas de hasta 3,000 pesos a quienes violen medidas por COVID-19 en La HabanaEl Decreto 14 "De las infracciones contra la higiene comunal y las medidas sanitarias para la etapa de enfrentamiento a la COVID-19 en la provincia de La Habana" estipula multas de entre 2000 y 3000 pesos para quienes incumplan las regulaciones.
En opinión del abogado independiente Edilio Hernández esto es una violación, porque la multa está muy por encima del salario mínimo de las personas y son prácticamente impagables.