La organización defensora de los derechos humanos Artículo 19 denunció que en Cuba la legislación se utiliza como instrumento de represión y calificó de alarmantes las estadísticas sobre agresiones contra periodistas y activistas en Cuba durante el primer semestre de 2023.
El informe semestral de esta entidad recuerda que, con el propósito de limitar las libertades de expresión, de reunión y de manifestación, entre 2018 y 2022 fueron aprobados varios decretos ley y posteriormente, el Código Penal de 2022 y la Ley de Comunicación de 2023.
El reporte destaca que una característica notable de este último periodo es "la legalización de la represión y el ataque sobre las libertades básicas, al legislar por medio de decretos y de la aprobación de leyes, la inhibición y el castigo de la libertad de expresión y, de forma paralela, las libertades de reunión y manifestación".
El informe concluye que ha habido un "crecimiento exponencial de la represión correspondiente al periodo entre 2018 y el presente", que a su vez ha conducido a la "profundización de la violencia de Estado como única respuesta a la conflictividad social", así como a una "creciente movilización cívica frente al gobierno de la isla".
Article 19 dice que "las cifras de agresiones son inferiores a las del año anterior, lo cual pudiera producir la impresión de una disminución de la represión y el acoso sobre la libertad de expresión".
Sin embargo, precisa que esta disminución debe entenderse a partir de la reducción de activistas y periodistas independientes dentro de la isla, en un contexto de éxodo masivo y recrudecimiento de la represión.
"El componente intimidatorio de la represión debe ser considerado un factor relevante en la inhibición para la denuncia o el testimonio público que, en muchas ocasiones, es percibido como un factor de vulnerabilidad", alerta la entidad.
"En el contexto posterior al 11J, el peligro de las manifestaciones populares ha marcado un programa represivo que busca criminalizar cualquier referencia a la ocupación del espacio público. Ha marcado así mismo un ataque directo contra cualquiera que pueda convertirse en un agente de influencia, como páginas en Facebook con muchos seguidores, canales de Youtube o simplemente personas que publican en redes sociales y tienen una cantidad significativa de seguidores. Dentro de esta ofensiva contra el impacto de opiniones y visiones que diverjan de la narrativa oficial, deben entenderse los ataques en los medios públicos sobre periodistas, activistas y medios independientes", indica el informe.
El resumen conluye que "pese a la intensificación de la represión, el éxodo masivo y la desarticulación de cualquier iniciativa ciudadana, las manifestaciones públicas en Cuba no han cesado".
"La lucha cívica en Cuba requiere de la solidaridad internacional y de la presión para, de forma incondicional, liberar a los presos políticos y levantar cualquier tipo de sanción que se esté aplicando sobre periodistas y activistas. La ventana de oportunidad es estrecha, como suele suceder en regímenes totalitarios y postotalitarios, pero es imprescindible aprovechar todas las oportunidades de denunciar, presionar y apoyar directamente a las víctimas de la violencia estatal sean del país que sea", dice Article 19.