Artistas e intelectuales que se plantaron frente al Ministerio de Cultura marcharán el 15N

Artistas cubanos frente al Ministerio de Cultura en una protesta el 27 de noviembre de 2020. YAMIL LAGE / AFP

COMUNICADO 27N EN APOYO A LA MARCHA 15N

El 27 de noviembre de 2020 cientos de ciudadanos protagonizaron una protesta pacífica frente al Ministerio de Cultura. Estudiantes, artistas, periodistas, arquitectos, cineastas, diseñadores, profesores, escritores, se plantaron durante horas para manifestar su rechazo a la violencia del Estado y exigir respeto a la libertad de expresión.

La noche anterior, la sede del Movimiento San Isidro, donde un grupo de personas se había acuartelado para reclamar la liberación del rapero Denis Solís, había sido allanada por las autoridades cubanas y la noticia había causado una gran indignación. El sentimiento de que había que hacer algo se expandió rápidamente en la comunidad artística e intelectual. No hizo falta convocar a nadie a actuar.

Lo que comenzó siendo un puñado de personas muy pronto creció, y con las horas se convirtieron en cientos, la mayor protesta pública espontánea en La Habana desde el Maleconazo, en la década de los noventa. Mas algo era distinto esta vez, la gente acudía a las puertas de una institución del Estado reclamando derechos.

Esa noche frente al Ministerio de Cultura algo cambió, lo supimos todos, los que allí estuvieron y los miles que, desde cerca o lejos, acompañaron. Esa noche dejó una estela en el camino conjunto hacia la defensa de la libertad, por el derecho a tener derechos y la construcción colectiva de un país digno.

Mucho ha acontecido desde entonces. La censura y la represión creciente multiplicaron el descontento, una tras otra se sucedieron las protestas a lo largo de la isla hasta hacerla eclosionar el 11 de julio, en un hecho sin precedente en nuestra historia. En más de 200 puntos de la isla ocurrieron levantamientos populares que reclamaban no solo alimentos y medicinas, sino, fundamentalmente, libertad y derechos. La consigna de Patria y Vida se impuso sobre la consigna de Patria o Muerte.

De ese estallido fuertemente reprimido por militares, policías, tropas especiales y agentes de la Seguridad del Estado, que seguía la orden de combate del presidente Miguel Díaz-Canel, nos ha quedado un saldo de al menos 1125 detenidos, de los cuales más de 570 continúan en prisión con peticiones fiscales de hasta 27 años de privación de libertad, a lo que habría que sumar la cifra de 150 presos y condenados políticos que se registraban antes del 11 de julio.

Marcharemos contra el autoritarismo, contra la violencia, contra la intolerancia, la discriminación y criminalización del pensamiento


A pesar de que no existe transparencia informativa por parte de las autoridades, la labor de la sociedad civil organizada ha permitido registrar y dimensionar las injusticias. Son suficientemente rotundos los testimonios, los videos, las imágenes y los documentos de dominio público para poner en evidencia el abuso de poder del régimen contra los ciudadanos.

El 11 de julio ocurrió un despertar. Hoy esa ciudadanía en pie nos pide marchar el 15 de noviembre, por la liberación de los manifestantes presos, contra la violencia y el autoritarismo, por la paz y el respeto a nuestros derechos civiles y políticos, por una solución democrática a nuestras diferencias políticas.

A casi un año de esa noche frente al Ministerio, #27N marchará por el derecho a tener derechos. No marcharemos a favor de una ideología. Marcharemos contra el autoritarismo, contra la violencia, contra la intolerancia, la discriminación y criminalización del pensamiento. Marcharemos por una nación donde expresarse y crear libremente no constituya un acto de valentía. Tenemos que poder hacerlo junto a quienes piensan diferente, para que sea la diferencia madre gestora de nuestra aspiración de libertad.