Sin acordar ninguna medida novedosa, la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba, concluyó este jueves una sesión extraordinaria convocada para ratificar las directrices económicas aprobadas en el último Congreso del Partido Comunista (PCC), celebrado en abril del año pasado.
Como de costumbre, los diputados del llamado Parlamento cubano aprobaron por unanimidad las directivas del PCC, definido en la Constitución vigente como “la fuerza dirigente superior de la Sociedad y el Estado”.
Los asambleístas aprobaron el plan de desarrollo económico hasta 2030 y los nuevos lineamientos de la política económica para 2016-2021.
"Estos fundamentos (...) reafirman el carácter socialista de la Revolución cubana y el papel del Partido Comunista como fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado", aseveró el gobernante Raúl Castro en un breve discurso que clausuró la reunión.
Cubanos opinan: "Nadie sabe lo que va a pasar"
El bloguero cubano Fernando Alonso dijo desde La Habana que mientras la capital del país enfrenta problemas cotidianos como la falta de agua, los problemas del transporte la proliferación de mosquitos “esta Asamblea se reúne para hablar del futuro, y del presente no se dice absolutamente nada”.
“Fijando todos los lineamientos para un futuro que, como todo futuro es una interrogante, porque nadie sabe qué es lo que va a pasar”, señaló Alonso en el programa Cuba al Día, de Radio Martí.
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Las reformas económicas emprendidas en 2010 por Raúl Castro -revisadas en el VII Congreso del Partido Comunista en abril de 2016- autorizaron el trabajo por cuenta propia a personas naturales y la creación de cooperativas no agropecuarias.
En 2011 se permitió a los "cuentapropistas", contratar mano de obra, lo que en la práctica derivó en la creación de microempresas privadas, la gran mayoría de ellas en el sector gastronómico.
El miércoles, durante las reuniones de las comisiones, previas a la sesión plenaria de este jueves, el vicepresidente Marino Murillo advirtió que, aunque se legalicen las "formas de gestión privadas" no se permitirá la concentración de riqueza y propiedad.
En la práctica, este concepto de apertura, expresado por Murillo y reiterado por Raúl Castro, significa que las pequeñas empresas privadas no podrán crecer, ni acumular riqueza, una idea contraria a la naturaleza misma de cualquier actividad comercial que busca generar mayores beneficios y crecimiento.
“Uno gana en el negocio para seguir creciendo (...) en el propio negocio o en otro negocio, y aquí no puedes hacerlo. Ahora mismo en Trinidad están cerrando los incrementos de arrendatarios y paladares”, dijo David Alomá, dueño de un paladar, en declaraciones a Martí Noticias.
A pesar de las “reformas raulistas” en materia económica, Cuba entró en recesión por primera vez en 23 años en 2016 al decrecer un 0,9 %, lastrada principalmente por la situación en Venezuela, que ha reducido en más de un 40 % sus envíos de crudo subsidiado a Cuba, una ayuda vital que mantenía a flote la economía cubana.
La crisis política venezolana, que tiene repercusiones presentes y futuras para Cuba, ha disparado las alarmas en la cúpula del castrismo, que ha puesto en juego su influencia política en la región para respaldar al gobierno de Nicolás Maduro.
"Es necesario denunciar y detener la agresión que sufre la hermana nación (...), todo ello dirigido al derrocamiento del gobierno constitucional electo por los venezolanos", dijo Castro al clausurar la sesión extraordinaria de la Asamblea Nacional.
Señaló que "intereses políticos y económicos imperialistas tratan de impedir el ejercicio de la libre determinación por parte de su pueblo".
En la misma sesión, la Asamblea Nacional emitió una declaración convocando "a los legisladores y parlamentos del mundo a mantener en alto la solidaridad con Venezuela", un llamamiento que contrasta con el pedido del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, quien urgió este jueves a la Unión Europea a considerar "con rapidez" sanciones contra personas del entorno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en sendas cartas dirigidas al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y al de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
(Redactado por Pablo Alfonso, con información de EFE, AFP, Cuba la Día y reporte de Adriel Reyes)