El Departamento de Estado informó el martes que ha compilado más incidentes que afectaron la salud de diplomáticos estadounidenses en Cuba, pero admitió que la causa sigue siendo desconocida.
Ahora hay 21 casos reportados, dos más que los 19 registrados hasta el 1 de septiembre, dijo la portavoz de esa cancillería, Heather Nauert.
Los dos individuos adicionales parecen ser casos que sólo se informaron recientemente pero que ocurrieron en el pasado.
El Departamento de Estado dijo que no se han producido nuevos "incidentes" médicamente confirmados desde el más reciente a fines de agosto. A principios de este mes, Estados Unidos reveló que hubo otro incidente en agosto, después de haber dicho previamente que los ataques habían cesado.
Es posible que el número de afectados crezca aún más a medida que se descubren más casos pues Estados Unidos sigue evaluando a su personal en La Habana, precisó la vocera.
Una investigación conjunta de varios departamentos y organismos del gobierno estadounidense continúa, añadió,
La administración Trump no ha culpado al gobierno cubano por lo que AFSA, el sindicato que representa a los empleados del Servicio Exterior de EE.UU., ha descrito como "ataques de hostigamiento acústico" que datan de finales de 2016.
Cuba ha negado tener responsabilidad en esta misteriosa saga de agresiones. Las víctimas han sido diagnosticadas con lesiones cerebrales traumáticas leves, pérdida de la audición y otras afecciones neurológicas y físicas, dijo el sindicato.
El 1 de septiembre, el Departamento de Estado informó que un nuevo incidente había ocurrido en agosto, después de meses en los que parecíeron detenerse. Los dos reportados ahora ocurrieron en algún momento anterior al de agosto, señaló Nauert.
El incidente de agosto, sobre el cual no se ofrecieron detalles, ocurrió meses después de que se reportaran los primeros síntomas. Los primeros dos casos salieron a la luz el mes pasado, y desde entonces el número ha ido en aumento. En ese momento la cancillería estadounidense indicó que lo que había originado los problemas médicos a los diplomáticos ya no estaba ocurriendo. El Departamento de Estado no ha caracterizado los hechos como un ataque.
Las preocupaciones sobre la salud de los diplomáticos se revelaron sólo cuando el Departamento de Estado admitió en agosto que había expulsado a dos diplomáticos cubanos a modo de reprensión al gobierno de Cuba por no cumplir con su responsabilidad, bajo la Convención de Viena, de proteger a diplomáticos extranjeros acreditados.
El Departamento de Estado no ha explicado por qué no hizo públicas las expulsiones, que tuvieron lugar en mayo, hasta que trascendieron a la prensa en agosto.
(Con información de The Washington Post)