Así es como funciona la educación en Estados Unidos

Fachada del Columbia University Barnard College en Nueva York (Foto: Archivo).

En Estados Unidos la educación es obligatoria hasta el duodécimo grado, o desde las edades de cinco y seis años hasta los 16, 17 o 18, según el estado, porque son los gobiernos estatales los que deciden casi todo lo que tiene que ver con la educación.

En la Florida es obligatorio ir a la escuela entre seis y 16 años, o antes si el menor o la menor termina el preuniversitario a una edad más temprana.

De hecho, los fondos para la educación pública proceden mayormente de los gobiernos estatales y locales. En el curso 2016-2017, los gastos en educación pública y privada en Estados Unidos representaron el 7.2 por ciento del Producto Interno Bruto del país: $1,300,000,000,000, o lo que en inglés sería $1.3 trillion, y en español 1.3 billones de dólares.

Los niños y adolescentes pueden estudiar en escuelas públicas, que son gratuitas y reciben fondos federales, estatales y locales; en las llamadas escuelas chárter, que combinan capital público y privado y también son gratuitas; en escuelas privadas, cuyos precios varían, y bajo el programa conocido como home schooling, o educación en el hogar, para el cual los padres o tutores necesitan permisos especiales.

Alumnos de las escuelas Lincoln-Martí celebran el Desfile Martiano en la Calle Ocho de Miami. Más de mil estudiantes del Condado de Miami-Dade desfilaron el 25 de enero del 2019.

Una maestra que ejerció el oficio en Cuba durante 16 años y lleva 22 haciéndolo en el sur de la Florida, ahora como profesora de sexto y séptimo grados, declara que los alumnos tienen acceso a programas encaminados a mejorar su rendimiento académico y a prepararlos para la vida cuando sean adultos.

“Pueden aprender otro idioma en las clases electivas”, dice la profesora Mayra Solloa. “Todas las escuelas públicas ponen computadoras y tabletas a disposición del estudiante, y le dan acceso a cursos de motivación, que lo adiestran desde en cómo hacer investigaciones hasta en cómo organizar sus finanzas cuando cobre un salario. Ahora mismo en Houston es obligatorio a partir de segundo grado que aprendan a escribir con letra cursiva, algo que se estaba perdiendo. Los expertos han dicho que escribir lo que se aprende es un gran recurso para mejorar la memoria”.

Cada estado del país tiene su Departamento de Educación, y cada condado tiene un Distrito Escolar que administra el presupuesto dedicado a la enseñanza. Un superintendente o director encabeza el distrito, y una Junta Escolar que lo designa supervisa las operaciones cotidianas y la aplicación de los exámenes establecidos por el gobierno estatal para conceder títulos académicos.

Mientras cursan la primaria, la secundaria y el preuniversitario, los alumnos pueden recibir ayuda financiera para cubrir, por ejemplo, gastos de desayuno (que en el condado de Miami-Dade es gratis diariamente para todos los alumnos) y almuerzo, compra de uniformes y útiles escolares y transporte.

En los umbrales de la universidad, se les exhorta a solicitar becas con las cuales pueden pagar desde una parte más o menos considerable de los cursos académicos hasta el costo del alquiler en residencias estudiantiles.

Para ganar una de las becas de "Futuros Luminosos de la Florida" hay que obtener buenas notas en el preuniversitario.

En el estado al que pertenece Miami, por ejemplo, una de las becas más conocidas es Florida Bright Futures, o Futuros Luminosos de la Florida. Fue creada en 1997, los fondos proceden de la Lotería del estado, y para ganarla hay que acumular buenas notas, independientemente de si el estudiante viene de una familia de bajos ingresos o no.

Al llegar a la universidad, el alumno puede solicitar alguno de los muchos préstamos estudiantiles accesibles, en su mayoría federales, y que pagará cuando se gradúe con un bajo por ciento de interés. Uno de esos programas federales se conoce por las siglas de IBR, Income-Based Repayment, porque los pagos de la deuda se hacen según los ingresos del graduado, no de la cantidad que debe.

En su proyecto de presupuesto para 2020, la Casa Blanca le pidió al Congreso que dedique 15,900 millones de dólares de los fondos destinados a la educación al programa de becas conocido como Título I, que proporciona ayuda financiera a escuelas y distritos escolares cuyos alumnos proceden mayoritariamente de familias de bajos ingresos.

Además del programa docente regular, las escuelas públicas de todo Estados Unidos deben ofrecer clases de idioma inglés a los alumnos que no hablen el idioma con fluidez. En el año 2000, por ejemplo, un 8.1 por ciento de la matrícula nacional recibía clases en los cursos de ELL (English Language Learners, o Aprendices de Idioma Inglés), y en 2016 la cifra había subido a 9.6 por ciento, casi cinco millones de estudiantes.

Obviamente, hay estados donde esa proporción es mayor porque también es mayor el número de inmigrantes, y un ejemplo es la Florida, con 10.3 por ciento. El contraste va de menos de un uno por ciento en West Virginia a más de un 20 por ciento en California, según estadísticas del Departamento de Educación actualizadas en mayo de este año pasado, pero correspondientes a 2016.

Miami-Dade, el mayor distrito escolar de la Florida y uno de los 10 más grandes de todo el país, tuvo en el curso 2018-2019 un presupuesto de 5,130 millones de dólares con una matrícula de 350,040 estudiantes, el 69 por ciento de los cuales tenían derecho a almuerzo gratis o a precios reducidos. Es uno de los pocos distritos escolares que ofrecen educación bilingüe, y no solo en español: también en francés, alemán, creole y mandarín.

Tasas de graduación en las escuelas públicas de la Florida durante los últimos 15 años (Grafica: Departamento de Educacion de Florida).

Las tasas de graduación en las escuelas públicas de Miami-Dade (incluyendo las chárter) y de toda la Florida son muy similares. En el curso escolar 2017-2018, el condado vio un aumento de 4.7% en ese renglón, para llegar a 85.4%. En el estado el índice general fue de 86.1%, pero el incremento de un curso a otro fue menor, 3.8%, según datos del Departamento de Educación de la Florida.

La home schooling, o educación en el hogar, impone requisitos específicos en cada estado. En la Florida hay tres variantes posibles para darle formación académica a los hijos de esta manera: con los padres como maestros y la supervisión del distrito escolar correspondiente; en la casa con un tutor privado al que también debe supervisar el distrito, o en la casa con los padres y la supervisión de una escuela privada que tenga autorización para hacerlo.

En Cuba, el pastor Ramón Rigal y su esposa Ayda Expósito (en la foto junto a sus dos hijos) fueron reprimidos por querer educar a sus hijos en el hogar.

Parece que en todo Estados Unidos la tendencia del home schooling es ascendente. Durante los primeros cinco años después que el gobierno empezó a registrar estadísticas en 1999, las solicitudes de home schooling aumentaron 84%.

En 2016 había 2.3 millones de niños recibiendo instrucción académica en sus hogares. Los motivos más comunes de los padres son morales y religiosos, y se inscriben familias desde cristianas hasta mormonas, pasando por los ateos.

La libertad académica permite a los maestros adaptar los contenidos de cada asignatura a las necesidades de los estudiantes sin afectar la esencia de la clase. Aunque las escuelas y universidades públicas no tienen la independencia de que gozan las escuelas privadas en la confección de su programa docente, los maestros aprovechan esa libertad académica para incentivar a los estudiantes.

“La mayoría de mis alumnos en Parkway Academy eran jugadores de fútbol [americano], por ejemplo”, explica el profesor de Física Miguel Fernández, del Condado de Broward, en el norte de Miami. “Entonces, lo que hacía en las clases era presentarles algunas ecuaciones como problemas de un juego: “Un linebacker que pesa 75 kilos choca con un quarterback de 70 kilos a una velocidad de 24 kilómetros por hora, ¿hasta dónde lo desplaza?”, y así veían la aplicación práctica de la asignatura”.

A otros estudiantes que no ocultaban su pasión por el hip-hop les pidió que presentaran las leyes de Isaac Newton en clave de rap. Y lo hicieron.

El Dr. Eduardo Padrón, presidente del MDC, durante la firma de un convenio con Radio Televisión Martí.

“La educación es la clave para el desarrollo de un país”, ha dicho Eduardo Padrón, presidente desde 1995 del Miami Dade College, el mayor del país y el que más hispanos y afroamericanos gradúa en todo Estados Unidos. “Estamos en un mundo dominado por la economía del conocimiento y sin educación no hay esperanza para el desarrollo. Para la comunidad hispana la educación es vital, y para Estados Unidos la preparación universitaria de los latinos y otras minorías es una cuestión de supervivencia”.