Tras la decisión de Nicolás Maduro de abrir parcialmente la frontera con Colombia, las autoridades colombianas han retirado los cruces improvisados construidos por los migrantes.
Los contenedores que bloqueaban el puente internacional Simón Bolívar desde febrero de este año fueron movidos ligeramente para permitir el paso fronterizo con Colombia.
Con el cierre de la frontera, los venezolanos construyeron cruces improvisados para abastecerse de productos de primera necesidad, así como de velas, plantas eléctricas, entre otros, debido a la crisis por la que atraviesa el país. Al no ser ya necesario el paso por estos cruces improvisados, las autoridades colombianas estan tomando control de la zona.
Según el coronel José Palomino, comandante de la Polícia de Cúcuta, ya no existe “justificación para usar estas trochas”. El coronel indica que muchos de estos caminos estaban siendo usados para “hechos delincuenciales, donde ocurrieron homicidios”. Además, resaltó que se presentaban “extorsiones para las personas que pretendían cruzar”.
Estas “trochas” como eran popularmente conocidas, se habían convertido en el único paso para poder cruzar la frontera y llegar a Cúcuta, ya fuera por abastecimiento o para huir de Venezuela.
Sin embargo, muchos venezolanos argumentan que necesitan cruzar por estas trochas para poder llevar alimentos, pero según las autoridades colombianas la habilitación de estos cruzes improvisados “son injustificados”.
Más de 3 millones de personas han escapado del país petrolero desde enero de 2016, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados. Solo Colombia ha recibido alrededor de 1 millón 300 mil venezolanos, según indicó AFP.
{Redactado por Vanessa Cardona con información de AFP}