Bacardí se pone en función de combatir la pandemia

La producción de Barcardí contempla la fabricación de desinfectantes.

Mientras la demanda global de productos de protección e higiene, para combatir al coronavirus, continúa sobrepasando las cantidades disponibles, una compañía con antiguas raíces cubanas, se comprometió a ayudar.

La destilería de la corporación Bacardí en Puerto Rico, una de las mayores productoras de ron en el mundo, ajustó sus líneas de producción para bombear el etanol necesario con el fin de fabricar pomos de los muy necesitados desinfectantes para las manos.

Bacardí fabrica desinfectante con alcohol.


Junto a Olein Refinery, ambas empresas están utilizando el alcohol Bacardí para producir 1,700,000 botellas de 10-oz, con el fin de donárselas a los médicos, enfermeras, policías, bomberos, y organizaciones sin fines de lucro. Con un 70% de alcohol, estos productos cumplen con los directivos de la Organización Mundial de la Salud para poder contener el virus.

Según la empresa, el extenso complejo de 127 acres de Bacardí en Cataño, Puerto Rico, produce el 80% del ron de la compañía, o unos 200 millones de botellas al año, y emplea a unas 400 personas. Otras sucursales de Bacardí en Estados Unidos, México, Francia, Inglaterra, Italia, y Escocia, también se han unido al esfuerzo.

“Esta es una empresa de familia, y sabemos lo que significa atender a una comunidad necesitada”, declaró Jose Class, vice-presidente de Supply Chain & Manufacturing de Bacardí de América Latina y el Caribe. “En los 158 años de Bacardí, hemos dado de nuestra parte durante momentos difíciles y hemos aprendido que la resiliencia, el optimismo, y la comunidad son las que nos ayudarán a ser más fuertes”.

Bacardí se fundó en Santiago de Cuba, el 4 de febrero de 1862. Emplea a más de 7,000 personas, y vende en más de 170 países. La compañía opera más de 20 instalaciones de producción, incluidas las instalaciones de embotellado, destilación, y fabricación.

Vista del edificio Bacardí en La Habana.

Pero Bacardí no se encuentra sola en este esfuerzo. Un grupo de estudiantes de la Universidad Internacional de la Florida (FIU), está poniendo sus habilidades de ingeniería en función de los demás, en estos momentos difíciles e inciertos. Estos jóvenes universitarios se unieron a los miembros de las diferentes facultades del colegio para proteger a aquellas personas que se enfrentan cada día contra este virus mortal: los profesionales en el campo de la medicina.

FIU se unió a los centros de salud, Baptist Health South Florida, como respuesta a la escasez de equipos de protección personal para los médicos y las enfermeras, que tratan a los pacientes durante la pandemia del coronavirus.

El proyecto cuenta con más de 30 impresoras 3D alojadas en el llamado Laboratorio de innovación – CARTA – de la Universidad donde están imprimiendo dichos equipos de protección. Las facultades de Ingeniería y Computación también están trabajando en esta tarea.

“Como universidad, queríamos encontrar una manera de aprovechar las habilidades, el talento, y los recursos de nuestros estudiantes, profesores, y personal para ayudar a estos héroes trabajadores que arriesgan sus vidas para salvar las nuestras”, dijo el presidente de FIU, Mark Rosenberg.

Máscaras fabricadas en FIU.

“Estoy orgulloso de nuestra colaboración con Baptist Health, y espero que allane el camino a más oportunidades para marcar la diferencia en estos momentos difíciles”, puntualizó.

FIU trabajó con Baptist Health en las especificaciones de los protectores faciales, con motivo de asegurarse que eran apropiados para su uso al tratar a los pacientes. Dichos productos, hechos de ácido poliláctico no-tóxico, están destinados a actuar como una primera línea de defensa para los trabajadores de la salud.

Con la escasez de productos, el protector facial se usa sobre la máscara para preservar su longevidad y evitar que las gotas respiratorias infectadas entren en la nariz y en los ojos de los trabajadores.

Mientras tanto, una compañía local decidió poner a un lado sus labores habituales, para producir insumos médicos. Empleados de Faulkner Plastics, una fábrica de plásticos en Hialeah, también buscan ayudar a los profesionales de la medicina.

Máscaras fabricadas en FIU.

Tras ver las noticias sobre la falta de productos de protección personal para los profesionales médicos, el vicepresidente de la compañía decidió extender sus servicios.

Joseph McCabe le informó a la estación televisiva de noticias, WSVN-7, en Miami: “Vi la necesidad que existe. Voy a casa todos los días, y casi todos los fragmentos de las noticias nacionales mencionan la escasez de los productos de protección personal. Seguí viendo estos protectores faciales en todos los socorristas y trabajadores de primera línea, y dije, ‘Eso es PETG. Tengo 250 hojas almacenadas en este momento. ¿Por qué no puedo fabricarlos?".

Al igual que los estudiantes y los empleados de FIU, McCabe y su equipo diseñaron un prototipo construido con el mismo plástico que se usa en las botellas de refrescos. Segun afirma, se pueden limpiar y desinfectar sin riesgo a la persona que los usa con otros mecanismos de protección.

Después de todo, es en los momentos difíciles cuando el mundo se une para ayudar a quienes más lo necesitan.