El diario puertorriqueño El Nuevo Día conversó con los cinco basquetbolistas cubanos (Yudniel Pérez, Leonel Batista, Ismael Romero, Enrique Ramos y Juan Pablo Piñeiro) que el 19 de junio de 2012 desertaron del equipo Cuba durante el torneo Centrobasket que se celebró en Puerto Rico. A pesar de los innumerables contratiempos que han surgido en sus caminos, los atletas no se arrepienten de su decisión y continúan esperando que las autoridades les aprueben la residencia, que les permitiría jugar baloncesto profesional.
Los jugadores admitieron que no habían pensado quedarse en Puerto Rico de un día para otro. "Esto no es una decisión que tú tomas de la noche a la mañana. Es algo que tienes que pensar y meditar. Estás dejando atrás a tu familia. No sabes cuándo los vas a volver a ver y esto es difícil. Es incómodo", señaló Ramos (Ciego de Ávila).
Batista (Camagüey), quien jugó con la selección cubana durante ocho años, lamentó que durante los dos años y cuatro meses que llevan viviendo en la llamada Isla del Encanto, se les haya acercado "mucha gente a vendernos sueños y hacernos falsas promesas. Sí, falsas promesas porque no las cumplieron".
Los cinco basquetbolistas expresaron su disgusto con la Federación de Baloncesto de Puerto Rico. "No vimos ese apoyo del baloncesto acá. Lo que veíamos era una crítica constante. Nunca vimos esa ayuda a nivel de baloncesto (…) Ahora mismo no puedo ir a una cancha, estoy frustrado por no poder jugar (…) el reglamento se pudo haber ajustado a nosotros", declaró Romero (Villa Clara), quien al igual que Pérez (Ciego de Ávila) y Batista, tiene a sus hijos en Cuba.
Los basquetbolistas cubanos no pueden jugar en Puerto Rico, porque una de las reglas de la Liga de Baloncesto Superior Nacional (BSN), señala que los extranjeros "tienen que establecer residencia en la Isla por tres años para poder jugar como nativo en el torneo", indica elnuevodia.com. En otras palabras, no podrán jugar como locales hasta 2016.
Es por eso que ellos analizan actualmente la posibilidad de jugar fuera de Puerto Rico, como manifestara Batista. "Yo lo que quiero es jugar. No me importa si es en Puerto Rico o en el extranjero".
En este momento, Pérez y Batista visitan la ciudad de Miami, Florida (Estados Unidos), donde realizan las gestiones pertinentes para finalizar el proceso que les permitirá obtener la residencia. ¡Ah, el sueño sigue vivo!, jugar baloncesto profesional para mantener a sus familiares en Cuba.