Es posible que los medios oficiales cubanos tuviesen órdenes de ignorar la presencia de los artistas estadounidenses.
Beyoncé es una artista admirada por los adolescentes, jóvenes y hasta mayores cubanos. Comenzó a conocerse en la Isla a través de los videos piratas. Luego, penetró hasta la televisión nacional. Y hoy sus posters cuelgan en las paredes de los cuartos juveniles, brindando oportunidad a las ensoñaciones habituales para la edad pero tan difícil de disfrutar en la tan prohibitiva sociedad de Cuba.
A principios de abril, Beyoncé sorprendió a los viandantes de la capital con su suave contoneo y agradable sonrisa. La noticia se expandió de boca en boca, pues los medios cubanos parece que no recibieron autorización para emitirla. El pueblo se aglomeró con entusiasmo espontáneo, sin convocatoria de los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la Juventud Comunista, ni la Unión de Pioneros.
En las fotos aparecen los policías guardando el orden, o conteniendo la avalancha de curiosidad y alegría. Las agencias internacionales de prensa reportaron su presencia y los titulares incluían que se encontraba en Cuba con su esposo Jay-Z para festejar su aniversario de casados. También, se añadieron las fotos del pueblo desbordado a su paso.
En Estados Unidos, algunas personalidades cuestionaron la pertinencia del viaje y demandaron una investigación, aduciendo que un viaje turístico viola las leyes norteamericanas, a la vez que refuerza al gobierno cubano. Allá, afortunadamente, sí hay derecho a opinar y a exigir el cumplimiento de la legislación.
En su carta de respuesta, el subsecretario de Asuntos Legislativos del Departamento del Tesoro, Alastais M. Fitzpayne, respondió que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) exige a los participantes en viajes de pueblo a pueblo que tengan horario a tiempo completo de actividades de intercambio educacional y que éstos resulten en una interacción significativa entre los viajeros estadounidenses e individuos en Cuba, con lo cual cumplían la artista y sus acompañantes, pero los viajeros también pueden participar en actividades no educacionales en su tiempo libre.
Beyoncé integró un grupo de 12 personas, organizado por Academic Arrangement Abroad, una agencia de Nueva York, sin fines de lucro, que ha organizado numerosos viajes a Cuba, como el del Museo de Arte Metropolitano, según la agencia Reuters.
Durante la estancia en Cuba, la artista y sus acompañantes visitaron el Instituto Superior de Arte y asistieron a las actuaciones del Grupo de Danza Moderna y del grupo infantil La Colmenita. También compartieron con artistas y cenaron en el paladar La Guarida, donde se filmó la película Fresa y Chocolate. Según se ha conocido, no se reunieron con funcionarios del gobierno.
La interacción de los visitantes norteamericanos y los homólogos cubanos, así como las conversaciones con niños y jóvenes, amplían los horizontes del conocimiento y nutren vivencias indelebles. La política proactiva llevada a cabo por la Administración Obama fructifica muy positivamente en la autoestima de las personas y en la apertura de la sociedad cubana.
La promoción de la democracia tiene diversos modos, que se desarrollan en las mentes y las conciencias de los ciudadanos a través de la libertad de opción y actuación, precisamente conculcadas por los métodos autoritarios. Seguramente es sembrada por los contactos y las ayudas personales directas. Demasiadas prohibiciones hemos vivido los cubanos en 54 años.
Es posible que los medios oficiales cubanos tuviesen órdenes de ignorar la presencia de los artistas estadounidenses, debido al impacto positivo logrado por Benyoncé, en enero pasado, al cantar el himno nacional estadounidense en la ceremonia de toma de posesión del presidente Obama para su segundo mandato.
Bienvenidos sean todos los norteamericanos que construyan un puente de amistad con los cubanos.
Publicado en Cubanet el 15 de abril del 2013
A principios de abril, Beyoncé sorprendió a los viandantes de la capital con su suave contoneo y agradable sonrisa. La noticia se expandió de boca en boca, pues los medios cubanos parece que no recibieron autorización para emitirla. El pueblo se aglomeró con entusiasmo espontáneo, sin convocatoria de los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas, la Juventud Comunista, ni la Unión de Pioneros.
En las fotos aparecen los policías guardando el orden, o conteniendo la avalancha de curiosidad y alegría. Las agencias internacionales de prensa reportaron su presencia y los titulares incluían que se encontraba en Cuba con su esposo Jay-Z para festejar su aniversario de casados. También, se añadieron las fotos del pueblo desbordado a su paso.
En Estados Unidos, algunas personalidades cuestionaron la pertinencia del viaje y demandaron una investigación, aduciendo que un viaje turístico viola las leyes norteamericanas, a la vez que refuerza al gobierno cubano. Allá, afortunadamente, sí hay derecho a opinar y a exigir el cumplimiento de la legislación.
En su carta de respuesta, el subsecretario de Asuntos Legislativos del Departamento del Tesoro, Alastais M. Fitzpayne, respondió que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) exige a los participantes en viajes de pueblo a pueblo que tengan horario a tiempo completo de actividades de intercambio educacional y que éstos resulten en una interacción significativa entre los viajeros estadounidenses e individuos en Cuba, con lo cual cumplían la artista y sus acompañantes, pero los viajeros también pueden participar en actividades no educacionales en su tiempo libre.
Beyoncé integró un grupo de 12 personas, organizado por Academic Arrangement Abroad, una agencia de Nueva York, sin fines de lucro, que ha organizado numerosos viajes a Cuba, como el del Museo de Arte Metropolitano, según la agencia Reuters.
Durante la estancia en Cuba, la artista y sus acompañantes visitaron el Instituto Superior de Arte y asistieron a las actuaciones del Grupo de Danza Moderna y del grupo infantil La Colmenita. También compartieron con artistas y cenaron en el paladar La Guarida, donde se filmó la película Fresa y Chocolate. Según se ha conocido, no se reunieron con funcionarios del gobierno.
La interacción de los visitantes norteamericanos y los homólogos cubanos, así como las conversaciones con niños y jóvenes, amplían los horizontes del conocimiento y nutren vivencias indelebles. La política proactiva llevada a cabo por la Administración Obama fructifica muy positivamente en la autoestima de las personas y en la apertura de la sociedad cubana.
La promoción de la democracia tiene diversos modos, que se desarrollan en las mentes y las conciencias de los ciudadanos a través de la libertad de opción y actuación, precisamente conculcadas por los métodos autoritarios. Seguramente es sembrada por los contactos y las ayudas personales directas. Demasiadas prohibiciones hemos vivido los cubanos en 54 años.
Es posible que los medios oficiales cubanos tuviesen órdenes de ignorar la presencia de los artistas estadounidenses, debido al impacto positivo logrado por Benyoncé, en enero pasado, al cantar el himno nacional estadounidense en la ceremonia de toma de posesión del presidente Obama para su segundo mandato.
Bienvenidos sean todos los norteamericanos que construyan un puente de amistad con los cubanos.
Publicado en Cubanet el 15 de abril del 2013