El presidente Joe Biden hizo este viernes una visita relámpago y llena de pompa a Alemania, en la que impulsó en persona la unidad transatlántica y recibió el más alto honor civil de Alemania.
Biden también se reunió en Berlín con el canciller alemán Olaf Scholz, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer para hablar de una serie de cuestiones a puerta cerrada, entre ellas cómo seguir apoyando a Ucrania contra la agresión rusa y la situación rápidamente cambiante enel Oriente Medio.
“Hablaron sobre el plan de victoria del presidente [Volodymyr] Zelenskyy y cómo podemos trabajar todos juntos para tratar de ver si podemos llegar a una paz justa que el presidente Zelenskyy y el pueblo ucraniano aprueben”, dijo John Kirby, portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. “Y, por supuesto, que podamos implementar”.
Y el brutal conflicto en Gaza se infiltró en la visita de Estado, con la noticia de que las fuerzas israelíes habían matado al líder del grupo Hamás, designado coo terrorista por Estados Unidos, que fue el cerebro del ataque del 7 de octubre de 2023 que desencadenó la guerra actual.
De pie en la pista, minutos después de aterrizar en Alemania el jueves por la noche, Biden se refirió a la eliminación del líder de Hamás, Yahya Sinwar, a manos de las tropas israelíes, y lo calificó de "un buen día para el mundo".
"Ahora es el momento de seguir adelante", dijo. "Avanzar, avanzar hacia un alto el fuego en Gaza, asegurarnos de que avanzamos en una dirección en la que podamos mejorar las cosas para todo el mundo. Es hora de que esta guerra termine y traigamos a estos rehenes a casa".
Biden dijo que enviaría al secretario de Estado, Anthony Blinken, a Israel para discutir los planes para el día siguiente.
Kirby dijo que la prioridad de la administración es liberar a los rehenes restantes retenidos por Hamás.
“El presidente cree que, sin duda, con el asesinato de Sinwar ayer, existe una oportunidad única que todos podemos aprovechar, para ver qué podemos hacer para poner fin a la guerra y lograr un alto el fuego. Y todavía creemos que un alto el fuego en el norte también, pero todavía creemos que un alto el fuego es importante para Gaza para que esos rehenes regresen a casa”.
Para Alemania, esta frenética visita de un día –que incluyó un breve encuentro con una sobreviviente del Holocausto de 102 años, Margot Friedlander– estuvo llena de significado e historia.
El presidente alemán Frank-Walter Steinmeier –que otorgó a Biden el máximo honor de la nación, la Gran Cruz de la Orden del Mérito de clase especial de Alemania– comenzó su reflexión sobre la importancia de la visita de Biden con una anécdota de principios de los años 1980, cuando un joven senador estadounidense visitó Bonn, entonces la capital de la nación dividida.
Al más puro estilo alemán, bromeó Steinmeier, el burócrata que acompañaba al senador de 40 años tomó abundantes notas, diciendo que estaba “muy interesado” en Alemania, y concluyó que el joven senador podría tener un “futuro político significativo”.
“Qué notable subestimación”, dijo Steinmeier antes de colocar la estrella dorada de ocho puntas en la solapa del traje de Biden. “Hoy, usted es el 46º presidente de Estados Unidos, y bajo su liderazgo, la alianza transatlántica es más fuerte y nuestra asociación es más estrecha que nunca”.
Steinmeier continuó: “Tal vez el servicio más preciado a la democracia, lo más alegre y reconfortante para la gente es saber que incluso este hombre más poderoso del mundo es, al final, un ser humano fundamentalmente decente”.
La Voz de América le preguntó al asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, si parte de la misión de Biden en Alemania era proteger la política exterior contra una posible presidencia de Donald Trump.
“Lo que el presidente está tratando de hacer es hacer que nuestro compromiso con Ucrania sea sostenible e institucionalizado a largo plazo. Y todos los demás aliados estuvieron de acuerdo en que eso era lo responsable”, zanjó Sullivan.