La plataforma multimedios Apple TV+ estrenará el próximo 17 de mayo “The Big Cigar”, una serie que narra la historia de la fuga del líder de los Panteras Negras, Huey P. Newton, a Cuba, y reafirma el rol del régimen comunista de La Habana como santuario de prófugos y terroristas.
El Black Panther Party (Partido Pantera Negra, BPP), fundado en 1966 en Oakland, California, fue la organización militante del poder negro más influyente de la época y en los 70 sumó simpatías como un símbolo emancipador, liberal y progresista. Tuvo en realidad fuertes vínculos con el crimen, profundas relaciones con grandes nombres de la industria del entretenimiento y encontró en Cuba un refugio para algunos de sus miembros.
Dirigida y producida por el afamado actor Don Cheadle, la serie promete desentrañar el papel del famoso productor Bert Schneider y su círculo de influencias en un minucioso plan para ayudar a Newton a escapar a Cuba, donde permaneció hasta 1977. La fuga del controvertido activista fue planeada como una verdadera producción hollywoodense y así lo plasma la serie.
El Ministro de Defensa de los Panteras Negras, que posó con boina, rifle y lanza, amenazando con desatar "la ira del pueblo armado contra los perros policía racistas", logró sumar a su causa a importantes políticos y celebridades como Marlon Brando, Jane Fonda, Dennis Hopper y el director de orquesta Leonard Bernstein. Cuando escapó a Cuba estaba acusado de una serie de crímenes que supuestamente cometió en el verano de 1974, entre ellos dispararle a una prostituta de 17 años en una calle de Oakland, quien murió luego a consecuencia de los disparos, y apuntar con armas a un par de policías.
El Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana reconoce que los Black Panthers enfrentaron a los políticos, desafiaron a la policía, protegieron a los ciudadanos negros de la brutalidad y organizaron programas de servicio comunitario. Sin embargo, en lugar de integrar la sociedad estadounidense, buscaban cambiarla en lo fundamental. "Para ellos, el poder negro fue una revolución global".
Según revela la publicación progresista Salon.com, Newton presidió un negocio de extorsión que involucraba a proxenetas, traficantes de drogas y clubes nocturnos: "También se llevaron a cabo asesinatos de rivales por orden superior por supuesta deslealtad hacia los Panthers; las brutales palizas a los machos Panther de rango inferior eran castigos habituales, además de convertir a las mujeres Panther en prostitutas en el bar y restaurante Lamp Post, propiedad de Panther. Los Panthers siempre necesitaron dinero en efectivo para ellos y sus programas. La paranoia era rampante, con cismas internos avivados por el FBI y los escuadrones rojos locales de la policía, pero también anclados en los egos y el miedo a los rivales".
Más allá del entretenimiento, la acción y el glamour de los 70, “The Big Cigar” se asoma a uno de los temas de mayor tensión en las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos: la inclusión de La Habana en la lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.
El Departamento de Estado estadounidense ha argumentado que desde 1982 (salvo cuando fue rescindida entre 2015 y 2021) Cuba ha tenido una "larga historia de brindar asesoramiento, refugio seguro, comunicaciones, capacitación y apoyo financiero a grupos guerrilleros y terroristas individuales”, algo que La Habana y sus aliados niegan insistentemente.
Entre los prófugos más conocidos que fueron a parar a la isla están la también miembro de las Panteras Negras, Joanne Chesimard "Assata Shakur", en la lista de terroristas más buscados del FBI y condenada por asesinar a un policía de Nueva Jersey y 10 líderes de las guerrillas colombianas Ejército de Liberación Nacional (ELN), entre ellos Víctor Orlando Cubides “Pablo Tejada” y Ramírez Pineda “Pablo Beltrán”.
Otros fugitivos que escaparon a la isla fueron William “Guillermo” Morales, fabricante de bombas para las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), una organización extremista por la independencia de Puerto Rico a la que se le atribuyen más de 100 atentados con bombas que causaron la muerte de varias personas, lesiones múltiples y millones de dólares en daños; Ishmael LaBeet, también conocido como Ishmael Muslim Ali, quien recibió ocho cadenas perpetuas luego de ser declarado culpable de matar a ocho personas en las Islas Vírgenes de los Estados Unidos en 1972 y secuestrar un avión para huir a Cuba en 1984; Charles Lee Hill, acusado de matar a un policía estatal de Nuevo México y secuestrar y desviar un vuelo hacia La Habana; Ambrose Henry Montfort, quien usó una amenaza de bomba para secuestrar un avión de pasajeros y volar a Cuba en 1983; y Víctor Manuel Gerena, un militante puertorriqueño que robó $7 millones en un atraco a un banco.
También es conocido que Cuba fue el resguardo de numerosos miembros de la organización terrorista ETA desde 1984, entre otros prófugos de la justicia.
Más allá de los que acogió por afinidades ideológicas, se ha documentado que Cuba refugió a ladrones, estafadores y otros delincuentes como el estadounidense Robert L. Vesco, el rumano Ovidiu Tender y a múltiples cubanoamericanos que tras desfalcar el sistema de salud estadounidense o cometer fraude, escapan con su botín a la isla.