¿Negocios en Cuba? Todos los caminos llevan al yerno de Raúl Castro

Círculo familiar: Raúl Castro, su hijo Alejandro (c) y el que sería su yerno, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. (Cuba al Descubierto)

Rara vez fotografiado o citado por la prensa, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja controla GAESA, el mayor emporio empresarial de Cuba. Un reportaje de Bloomberg describe el alcance de su poder.

Con los subsidios de Venezuela a Cuba decayendo a medida que empeora la crisis en ese país, el Gobierno de Raúl Castro no ha tenido más remedio que abrir la mano con la inversión extranjera. Para poder crecer, la economía cubana necesita al menos $2.500 millones adicionales

En ese proceso desempeñan un papel protagónico las Fuerzas Armadas, tan cerca del corazón del general; en primer plano, su grupo GAESA; y en la cúspide de éste, un hombre del círculo íntimo de Castro, aún más, un miembro de su círculo familiar: el general (fue ascendido en 2014) Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

El general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, CEO del grupo GAESA.

El grupo mediático especializado en negocios Bloomberg centra un reportaje sobre las posibilidades de negocios en Cuba en el poderoso yerno de Raúl Castro, esposo (o ex) de su hija Deborah, y padre de dos de sus nietos, Raúl Guillermo y Vilma.

Dos megaproyectos dirigidos a atraer en gran escala divisas e inversiones extranjeras, como la remodelación del puerto de La Habana con terminales de cruceros, hoteles, apartamentos de lujo, bloques de oficinas, tiendas y marinas; y el ambicioso puerto de contenedores y Zona Económica Especial de Mariel, están bajo el control de Rodríguez López-Calleja, como presidente ejecutivo del Grupo de Administración Empresarial (GAESA) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

Este, afirma Bloomberg, es "el mayor emporio de negocios en Cuba, un conglomerado que comprende al menos 57 empresas propiedad de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y operadas bajo un rígido régimen de metas financieras desarrolladas durante decenios. Es un elemento decididamente capitalista, profundamente incrustado en la Cuba socialista".

Según economistas consultados por la publicación, las empresas administradas por GAESA representan entre el 50% y el 80% de los ingresos generados en Cuba. El grupo es propietario de casi todas las cadenas de comercios minoristas en Cuba y 57 de los hoteles regenteados por empresas extranjeras, desde La Habana hasta las mejores playas del país. Tiene además restaurantes, gasolineras, flotas de autos de alquiler y empresas que importan de todo, desde aceite de cocina hasta equipos telefónicos.

Su presidente, Rodríguez López-Calleja es poco conocido fuera de los opacos círculos del régimen autoritario, su vida se mantiene tras el velo del secreto, y raramente es fotografiado o citado por los medios, dice el enviado de Bloomberg, Michael Smith. Pero ha trabajado directamente para Castro la mayor parte de las últimas tres décadas, y es él quien abre o cierra las puertas a la mayoría de los inversores extranjeros, obligados a negociar con su organización si es que desean establecerse en la isla.

El génesis de GAESA

El reportaje cita como testigo del nacimiento del pulpo militar-empresarial al ex jefe de despacho de Castro, hoy exiliado, Alcibiades Hidalgo. En 1981, siendo Hidalgo un joven diplomático, el entonces ministro de las FAR le pidió sumarse a un puñado de asesores que, entre otras cosas, iban a reformar la economía. Les ordenó buscar en el mundo políticas económicas interesantes que pudieran ser adaptadas a Cuba.

Uno de los más poderosos entre estos asesores era el general Julio Casas Regueiro, contador de un banco devenido comandante guerrillero bajo las órdenes de Castro durante la insurrección en las sierras de Oriente. En las reuniones, Castro solía elogiar a Casas por su naturaleza ahorrativa, que aplicaba para controlar costos y mejorar la eficiencia de cualquier misión que se le confiara. El ministro le asignó a Casas la creación de lo que luego sería GAESA, y Rodríguez, hijo de un general, se convirtió en su asistente principal.

La empresa militar de turismo Gaviota tiene su propia flota aérea, Aerogaviota.

Casas Regueiro levantó GAESA exprimiendo dinero de las propiedades y activos de los militares. Los soldados cultivaban parcelas de tierras ociosas en sus bases. Brigadas de trabajo construyeron hoteles para el turismo. Aviones militares fueron reacondicionados para vuelos nacionales de pasajeros organizados por la aerolínea civil de GAESA, Aerogaviota. Casas Regueiro, con ayuda de Rodríguez, también ayudó a desarrollar un proceso de evaluación comparativa para las empresas estatales llamado Sistema de Perfeccionamiento Empresarial.

"Bajo Raúl, el ejército tenía su propia, economía paralela", recuerda Hidalgo. Cada vez que Casas abría un nuevo negocio, designaba a Rodríguez como gerente. "Luis Alberto no era muy sofisticado, pero era un administrador eficiente, frío y calculador en su búsqueda de poder", opina el ex jefe de despacho del entonces también segundo secretario del Partido Comunista.

Oportunidad de oro

Hotel Playa Cayo Santa María, gestionado por la empresa Gaviota del grupo militar empresarial GAESA.

Tras el desplome de la Unión Soviética en 1991, Fidel Castro se vio forzado a aceptar reformas para atraer divisas a Cuba, incluyendo la legalización del dólar y una apertura al turismo internacional. Bloomberg explica cómo esto potenció el papel protagónico de GAESA en la economía cubana. Su rama turística, Grupo de Turismo Gaviota, comenzó a cerrar acuerdos con cadenas internacionales como las españolas Meliá Hotels International e Iberostar Hotels & Resorts para la construcción y administración de hoteles y balnearios, principalmente en los cerca de 20 kilómetros de prístinas aguas y fina arena blanca de la Playa de Varadero, unos 100 km al este de La Habana.

A fines de los 90 el régimen había sobrevivido a su peor crisis, originada por la caída de un 38% del PIB tras la desaparición de los subsidios soviéticos, y en el horizonte había aparecido un nuevo mecenas: el exmilitar golpista venezolano Hugo Chávez, electo presidente en su país, relevaría a Moscú con generosos envíos de petróleo, créditos y pagos por servicios profesionales cubanos. Los Castro pudieron respirar tranquilos por más de una década.

Pa$en, $eñores, pa$en

Tras la muerte de Chávez en marzo de 2013, y con la baja de los precios del petróleo, Venezuela ha visto profundizarse su crisis económica, lo que le ha obligado a recortar los envíos de crudo a Cuba hasta en un 30%, según algunas estimaciones.

El economista Omar Everleny Pérez Villanueva contó al enviado de Bloomberg que a principios de 2013, Marino Murillo, a quien apodan "el zar" de las reformas económica de Castro, citó a 20 de las mejores mentes económicas de Cuba a su oficina en la Plaza de la Revolución. Murillo les pidió utilizar sus conocimientos para convertir en políticas los llamados Lineamientos trazados por el Partido Comunista en 2011 para "actualizar" el estancado modelo económico. Un pilar de esa implementación debía ser la revisión de la Ley de Inversión Extranjera de 1995.

Seis meses después, Pérez y otros seis economistas que trabajaron en el proyecto presentaron sus resultados. Los cambios que propusieron incluyen permitir a las compañías extranjeras poseer el 100% de sus negocios en Cuba, comparado con el anterior 49%, y darles un período de gracia de ocho años sin pagar impuestos. "Hicieron muchas preguntas difíciles. Había un montón de consideraciones, tratando de cuadrar las propuestas con su ideología", contó Pérez a Smith. La Asamblea Nacional aprobó la nueva ley en marzo de 2014. "Al final, aceptaron el 80% de lo que propusimos", dice el experto.

Bloomberg señala que para entonces Castro ya había traspasado las empresas estatales más rentables de Cuba bajo el control de GAESA y Rodríguez López-Calleja. La mayor adición reciente al grupo fue la de la corporación Cimex, durante tres décadas controlada por el Ministerio del Interior y militares designados por Fidel Castro para burlar el embargo e ingresar divisas a Cuba. La absorción de Cimex más que duplicó el tamaño de GAESA.

Ad infinitum

Más recientemente, Rodríguez obtuvo luz verde para hacerse cargo de Habaguanex, la empresa estatal hasta hace poco dirigida por el historiador de La Habana Eusebio Leal, que cuenta con los mejores inmuebles de uso comercial de la Habana Vieja, incluidos 37 restaurantes y 21 hoteles.

El próximo hotel de Gaviota en la antigua Manzana de Gómez.

Un plan de crecimiento de Gaviota hasta el 2020 prevé la inauguración de tres nuevos hoteles en los próximos tres años en la zona del casco histórico: un cinco estrellas en el antiguo edificio de la Manzana de Gómez; la reapertura del Hotel Packard, frente a la explanada de La Punta; y la inauguración de otro hotel en 2018 en Prado y Malecón.

Además, en los próximos cinco años la empresa proyecta ampliar a 50.000 las habitaciones que opera en todo el país.

Un reciente ranking de la publicación Hotels sobre las 300 mayores compañías hoteleras del mundo muestra que en 2014 Gaviota aparecía en el lugar 55 con 23.583 habitaciones. Pero si las habitaciones de Gaviota se combinaran con las de Cubanacán (también del grupo militar cubano y en el lugar 84 con 15.800), GAESA figuraría como la compañía número 34 del mundo con 39.383 habitaciones, justo debajo de The Walt Disney Company (39.751).

Bloomberg toma nota de que los cubanos hablan constantemente acerca de los cambios que todavía no han visto, y apunta que para la mayoría las reformas de Raúl Castro no han garantizado algo tan elemental como un salario que alcance para llevar una vida decente.

(Una entrevista con el autor del artículo en Bloomberg sobre el tema se puede ver en la página digital de la publicación).

Mientras tanto, para los militares, el límite parece ser el cielo.