Camboya: Hun Sen prepara a su hijo para el traspaso del poder

El general Hun Manet en ceremonia de entrega de autos al ejército.

El autoritario primer ministro Hun Sen gobierna Camboya desde hace 35 años. Mientras se jacta de que aún mantendrá el cargo durante al menos otra década con una oposición ilegalizada, el veterano líder ha empezado a posicionar a su primogénito Hun Manet como posible sucesor.

La imagen de Hun Manet, a sus 42 años, general y subcomandante jefe del ejército camboyano, prolifera en actos oficiales y esta semana participó en una gira por tres provincias del país donde presidió numerosas ceremonias del cuerpo castrense, un aliado indispensable para alcanzar el poder.

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El hijo del primer ministro, cuya figura comienza a resaltarse en los medios afines al gobierno, fue además nombrado a principios de junio líder de las juventudes del Partido Popular de Camboya (CPP), cargo que le reserva un puesto entre los 37 miembros del Comité Central Permanente, órgano clave en la toma de decisiones del país.

Hun Manet nación en 1977, bajo el régimen de los jemeres rojos, siendo su padre uno de los militares de esa dictadura comunista. Se graduó de la Academia Militar de West Point en Estados Unidos en 1999, siendo el primer camboyano en egresar de ese colegio militar. Después estudió en la Universidad de New York y en la de Bristol, en el Reino Unido. Su hermano menor Hun Manith, es el director de la Inteligencia Militar en el ejército del país. Y Dy Vichea, esposo de una las hermanas de ambos, Hun Mana, es el director de la Dirección Central de Seguridad, en la Policía Nacional.

El primer ministro Hun Sen (iz) junto a su hijo Hun Manet en desfile militar.

LA LARGA SOMBRA DE HUN SEN

Según Mu Sochua, vicepresidenta exiliada de la principal fuerza de la oposición, el ilegalizado Partido de Rescate Nacional de Camboya (CNRP), el progresivo ascenso de Hun Manet es un camino cuidadosamente hilado" por los aparatos de propaganda del régimen.

"Sin embargo, el salto al poder supone desafíos mayores que incluye abandonar la sombra de su padre y ganarse la confianza de los votantes, en especial de los jóvenes que dominan las redes sociales y son víctimas de la oligarquía creada por la familia Hun", señala Sochua a Efe.

Mientras tanto, a sus 67 años, el actual primer ministro declaró a inicios de semana, como constató Radio Asia Libre, que aún renovará su mandato otros dos términos de cinco años y defiende que sus tres hijos varones tengan cargos gubernamentales gracias a su "buena formación", pero rechaza las acusaciones de nepotismo.

"Como padre, apoyo a mi hijo (Hun Manet) y lo formaré para que sea competente (para el puesto). Si el no puede ser como yo, al menos su capacidad debería suponer el 80 u 90 % de la mía", dijo el mandatario durante un discurso retransmitido por las redes sociales donde resaltó que la última palabra la tendrán "los votantes".

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CAMBIO GENERACIONAL

"Camboya es técnicamente una democracia parlamentaria donde la figura del primer ministro no puede tener otro sucesor que no sea el propio ganador de unas elecciones generales", apunta a Efe Marc Piñol, profesor asistente en Política Internacional en la Universidad de Bristol y autor de varios estudios sobre Camboya.

"Hun Manet se perfila como un posible sucesor al cargo, está en una posición de poder dentro del CPP y el Ejército (...) Predecir cuándo eso puede ocurrir es difícil: primero tiene que ganarse la confianza del Politburó y de las varias facciones dentro del CPP y segundo, ganarse a la gente", apunta el analista.

Junto al primogénito de Hun Sen, varios vástagos de destacados miembros del CPP también fueron promocionados dentro de las juventudes del partido, lo que es visto como un "movimiento estratégico" para acercarse a población menor de 30 años, que representa al 65 % del total y es clave para mantener el poder.

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EL CRUCIAL VOTO DE LOS JÓVENES

"Los jóvenes de hoy no han vivido ni la guerra civil, ni el genocidio (perpetrado por el régimen del Jemer Rojo). La mayoría no han vivido ni los años más duros del postconflicto o eran muy pequeños. En parte, eso les da otra perspectiva política que, en muchos casos, está fuera de las redes del CPP", apunta Piñol.

Un voto joven que ya fue clave en las elecciones generales del 2013, en las que a pesar de que Hun Sen mantuvo el poder, el CPP sufrió un batacazo histórico y vio amenazada su hegemonía por el opositor Partido de Rescate Nacional de Camboya, que logró aunar el descontento y a la gran mayoría de los nuevos votantes.

El desafío al poder se mantuvo en los comicios locales del 2017, antes de la campaña de represión política lanzada por el gobierno contra la oposición y que terminó con la disolución ese mismo año del CNRP y el encarcelamiento o huida de sus líderes.

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OPOSICIÓN CAMBOYANA EN EL EXILIO

A mediados de 2018 y contra una oposición insignificante, Hun Sen revalidó su mandato en las urnas al lograr su partido todos los 125 escaños que conforman el Parlamento y Camboya se convirtió de facto en una nación de partido único.

Desde el exilio, varios opositores tratan de presionar al gobierno camboyano, al que acusan de corrupto y de violar de manera sistemática los derechos humanos. "Hemos lanzado una robusta campaña a través de las redes sociales centrada en economía, derechos sociales y asuntos políticos, y en
particular sobre la pandemia de la COVID-19", señala Sochua.

"Nuestro mensaje está dirigido al 70 % de la población. Los jóvenes continúan activos en las redes sociales. El alto desempleo, la corrupción, y la violación del imperio de la ley y los derechos humanos (por parte del gobierno de Hun Sen) son asuntos claves de cara a las elecciones" de 2023, apunta la política.

(Con información de la agencia EFE, de Radio Free Asia (RFA) y redes sociales)