Hay factores de riesgos que se relacionan con la aparición de este tipo de cáncer, que no solo ocurre en mujeres sino que puede desarrollarse en el 1% de los hombres.
Los personajes famosos, en este caso los artistas de éxito, pueden llamar la atención mundial por razones diversas, desde marcar la tendencia en la moda por su modo de vestir o su imagen estética, hasta por sus estridencias en el comportamiento o acciones relacionadas con causas benéficas o políticas, entre otras muchas. Este tema viene a colación por la noticia divulgada en los últimos días, dando a conocer que la multilaureada actriz e icono de belleza, Angelina Jolie, se sometió a una mastectomía doble preventiva para reducir al mínimo el riesgo de desarrollar cáncer de mama hereditario.
Su decisión fue posterior a que le confirmaran mediante pruebas genéticas que era portadora de mutaciones en los genes BRCA. En estado normal estos genes ayudan a estabilizar las células del ADN y a prevenir el crecimiento incontrolado de las células. Sin embargo, sus mutaciones dañinas, como en el caso de Jolie, pueden elevar a 87% la probabilidad de desarrollar cáncer de seno u ovario. La actriz tiene el antecedente de que su mamá murió relativamente joven, precisamente, a consecuencia de un cáncer de mama.
Este tipo de neoplasia es la más frecuente en las mujeres. Y la incidencia de esta patología tiene un comportamiento creciente a nivel mundial, debido en gran medida al aumento de la esperanza de vida y a la adopción de estilos de vida occidentales. En Cuba, luego del abandono de programas de prevención que se estuvieron realizando hasta la década de los 80, como las mamografías masivas en las comunidades, se constata que se ha incrementado la incidencia de casos, y que muchos diagnósticos se realizan en edades más tempranas y estadios tardíos de la enfermedad.
Las mamas o senos se componen de grasa, tejido conectivo y glandular. Su función es la producción de leche durante la lactancia. También forman parte del atractivo femenino y tienen una fuerte connotación erótica. Cuando en las células mamarias se alteran los mecanismos de control, se inicia una división incontrolada que produce las tumoraciones benignas o malignas, según la histología celular de la tumoración.
Hay factores de riesgos que se relacionan con la aparición de este tipo de cáncer, que no solo ocurre en mujeres sino que puede desarrollarse en el 1% de los hombres. Entre ellos cuenta la edad por encima de los 50 años, la menarquia o primera menstruación en etapas tempranas de la vida, embarazos tardíos o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, consumo de hormonas tales como estrógeno y progesterona, el hábito de fumar y el alcoholismo, ser de raza blanca y la obesidad. Además, entre 5 a 10 % de los casos, la neoplasia de mama es causada por mutaciones genéticas heredadas.
Generalmente, aunque no en todos los casos, el cuadro clínico de esta patología se relaciona con la presencia de una masa o tumoración en alguno de los senos, que puede acompañarse de dolor o mastalgia. En ocasiones hay enrojecimiento, hinchazón o retracción de la piel que recubre la mama o del pezón. Y también puede haber secreción de aspecto purulenta por el pezón del seno afectado. Hay casos en los que se presenta hinchazón de un brazo y síntomas generales como la pérdida de peso, falta de apetito y anemia. En los primeros estadios muchas veces el cáncer no se acompaña de síntomas y es difícil su diagnóstico mediante el examen físico o a través de las pruebas rutinarias.
Ante la presencia de una masa tumoral en el seno son varios los procederes a seguir. Lo primero es asistir a la consulta médica y someterse al interrogatorio y examen físico por el facultativo. Entre las pruebas diagnósticas resulta imprescindible la biopsia mediante la técnica del BAAF (biopsia por aspiración con aguja fina), para establecer si se trata de una tumoración benigna (displasia, nódulo, quiste, fiobroadenoma…) o una neoplasia. También resulta útil la realización de mamografías, entre otras pruebas investigativas.
Una vez establecido el diagnóstico, los tratamientos varían según el estadio o etapa en que se encuentre el tumor, si hay o no metástasis, el tamaño del cáncer y el tipo de células cancerosas. Con la clasificación realizada por los médicos se establecen el tamaño del tumor, los ganglios linfáticos afectados y el grado de metástasis o propagación a otros órganos, si es que hay. La más utilizada es el sistema TNM: T (tamaño) N (nódulos) M (metástasis). Una vez clasificado el cáncer pueden aplicarse uno o varios tipos de tratamientos, entre ellos el quirúrgico, la quimioterapia, radioterapia o las terapias biológicas, adyuvantes o integrativas.
Mientras más temprano se logra conocer el diagnóstico, mejor es el pronóstico y mayores las probabilidades de supervivencia del paciente. Es por ello que el autoexamen de los senos es fundamental, así como los chequeos rutinarios en las mujeres que superan los 35 años de edad o aquellas que tienes antecedentes de familiares que han padecido el cáncer de mama. Por lo pronto, ojalá y la publicidad en el caso de Angelina Jolie sirva de estímulo para que muchas más mujeres se preocupen por la situación relacionada con esta preocupante enfermedad.
Dr. Darsi Ferret
Miami, Florida. 25 de mayo de 2013.
Su decisión fue posterior a que le confirmaran mediante pruebas genéticas que era portadora de mutaciones en los genes BRCA. En estado normal estos genes ayudan a estabilizar las células del ADN y a prevenir el crecimiento incontrolado de las células. Sin embargo, sus mutaciones dañinas, como en el caso de Jolie, pueden elevar a 87% la probabilidad de desarrollar cáncer de seno u ovario. La actriz tiene el antecedente de que su mamá murió relativamente joven, precisamente, a consecuencia de un cáncer de mama.
Este tipo de neoplasia es la más frecuente en las mujeres. Y la incidencia de esta patología tiene un comportamiento creciente a nivel mundial, debido en gran medida al aumento de la esperanza de vida y a la adopción de estilos de vida occidentales. En Cuba, luego del abandono de programas de prevención que se estuvieron realizando hasta la década de los 80, como las mamografías masivas en las comunidades, se constata que se ha incrementado la incidencia de casos, y que muchos diagnósticos se realizan en edades más tempranas y estadios tardíos de la enfermedad.
Las mamas o senos se componen de grasa, tejido conectivo y glandular. Su función es la producción de leche durante la lactancia. También forman parte del atractivo femenino y tienen una fuerte connotación erótica. Cuando en las células mamarias se alteran los mecanismos de control, se inicia una división incontrolada que produce las tumoraciones benignas o malignas, según la histología celular de la tumoración.
Hay factores de riesgos que se relacionan con la aparición de este tipo de cáncer, que no solo ocurre en mujeres sino que puede desarrollarse en el 1% de los hombres. Entre ellos cuenta la edad por encima de los 50 años, la menarquia o primera menstruación en etapas tempranas de la vida, embarazos tardíos o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, consumo de hormonas tales como estrógeno y progesterona, el hábito de fumar y el alcoholismo, ser de raza blanca y la obesidad. Además, entre 5 a 10 % de los casos, la neoplasia de mama es causada por mutaciones genéticas heredadas.
Generalmente, aunque no en todos los casos, el cuadro clínico de esta patología se relaciona con la presencia de una masa o tumoración en alguno de los senos, que puede acompañarse de dolor o mastalgia. En ocasiones hay enrojecimiento, hinchazón o retracción de la piel que recubre la mama o del pezón. Y también puede haber secreción de aspecto purulenta por el pezón del seno afectado. Hay casos en los que se presenta hinchazón de un brazo y síntomas generales como la pérdida de peso, falta de apetito y anemia. En los primeros estadios muchas veces el cáncer no se acompaña de síntomas y es difícil su diagnóstico mediante el examen físico o a través de las pruebas rutinarias.
Ante la presencia de una masa tumoral en el seno son varios los procederes a seguir. Lo primero es asistir a la consulta médica y someterse al interrogatorio y examen físico por el facultativo. Entre las pruebas diagnósticas resulta imprescindible la biopsia mediante la técnica del BAAF (biopsia por aspiración con aguja fina), para establecer si se trata de una tumoración benigna (displasia, nódulo, quiste, fiobroadenoma…) o una neoplasia. También resulta útil la realización de mamografías, entre otras pruebas investigativas.
Una vez establecido el diagnóstico, los tratamientos varían según el estadio o etapa en que se encuentre el tumor, si hay o no metástasis, el tamaño del cáncer y el tipo de células cancerosas. Con la clasificación realizada por los médicos se establecen el tamaño del tumor, los ganglios linfáticos afectados y el grado de metástasis o propagación a otros órganos, si es que hay. La más utilizada es el sistema TNM: T (tamaño) N (nódulos) M (metástasis). Una vez clasificado el cáncer pueden aplicarse uno o varios tipos de tratamientos, entre ellos el quirúrgico, la quimioterapia, radioterapia o las terapias biológicas, adyuvantes o integrativas.
Mientras más temprano se logra conocer el diagnóstico, mejor es el pronóstico y mayores las probabilidades de supervivencia del paciente. Es por ello que el autoexamen de los senos es fundamental, así como los chequeos rutinarios en las mujeres que superan los 35 años de edad o aquellas que tienes antecedentes de familiares que han padecido el cáncer de mama. Por lo pronto, ojalá y la publicidad en el caso de Angelina Jolie sirva de estímulo para que muchas más mujeres se preocupen por la situación relacionada con esta preocupante enfermedad.
Dr. Darsi Ferret
Miami, Florida. 25 de mayo de 2013.