Cardenal nicaragüense pide abrir fronteras a cubanos varados en Costa Rica

  • Agencias

El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes. Archivo.

"Ojalá sea un tema en el cual se abran las puertas de los diversos países", indicó el también arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, en declaraciones transmitidas por el Canal 2 de la televisión local.

El cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes abogó hoy porque en la reunión de cancilleres de Centroamérica, Colombia, Cuba, Ecuador y México, a celebrarse este martes en El Salvador, se acuerde abrir las fronteras para los miles de emigrantes cubanos que se encuentran varados en Costa Rica.

"Ojalá sea un tema en el cual se abran las puertas de los diversos países", indicó el también arzobispo de Managua, en declaraciones transmitidas por el Canal 2 de la televisión local.

El religioso explicó que es necesario que todos los países de la región abran sus fronteras a los emigrantes cubanos e instó a la coordinación entre los Estados vecinos.

"Porque si Nicaragua les abre las puertas, pero los otros países vecinos la cierran, nada hacemos", razonó.

Las autoridades migratorias de Costa Rica han entregado desde el 14 de noviembre 3.037 visas temporales a cubanos que llegaron por tierra en su emigración hacia Estados Unidos, de los cuales 2.000 se ubican en albergues ante la negativa de Nicaragua de permitirles la entrada a su territorio.

Los cubanos salieron legalmente de Cuba, con su pasaporte, hacia Ecuador, donde no les exigen visa, y desde allí se movilizaron irregularmente por tierra y mar en Colombia y Panamá hasta llegar a Costa Rica.

El domingo 15, después que una oleada de cubanos intentara entrar en Nicaragua de forma ilegal desde Costa Rica, el Gobierno nicaragüense acusó a este país de crear una crisis humanitaria y de "lanzar" a los inmigrantes hacia su territorio. El lunes 16 sugirió que el problema fuera abordado en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA).

Costa Rica ha dicho que se trata de una situación de Derechos Humanos y ha abogado por la creación de un "corredor humanitario" desde Ecuador hasta México que garantice el tránsito seguro de los inmigrantes y evite que caigan en redes de tráfico de personas.