El Caribe se prepara ante el inminente paso del huracán Irma

Irma al mediodía del 4 de septiembre.

El vórtice del meteoro pasará cerca de Antigua y Barbuda el martes en horas tempranas, Puerto Rico llama a la Guardia Nacional y declara estado de emergencia.

Brigadas de trabajadores gubernamentales en las islas del noreste del Caribe limpiaban drenajes y podaban árboles mientras las autoridades instaban a los residentes a prepararse para el paso inminente del huracán Irma, una tormenta de categoría 3 que continuó fortaleciéndose el lunes y que probablemente comenzará a azotar la región el martes.

Los grupos de socorro advirtieron que el huracán generará lluvias de 36 centímetros (14 pulgadas), inundaciones y posibles deslizamientos de tierra, así como olas de hasta siete metros de altura a su paso por las Antillas.

El servicio meteorológico de Antigua y Barbuda dijo el lunes que se espera que Irma traiga vientos fuertes, aguaceros y oleajes altos. Las escuelas recibieron órdenes de cerrar el lunes. Se emitieron alertas de huracán para Antigua y Barbuda, Anguila, Monserrat, San Cristóbal y Nieves, San Martín, Saba, San Eustaquio y San Bartolomé.

De acuerdo con la institución, el vórtice del meteoro pasará cerca de Antigua y Barbuda el martes.



“Observamos a Irma como un evento muy significativo”, dijo por teléfono Ronald Jackson, director ejecutivo de la agencia intergubernamental para el manejo de desastres del Caribe (CDEMA, por su sigla en inglés), con sede en Barbados.

Destacó que no recuerda ningún otro sistema meteorológico que se haya convertido en un huracán mayor antes de llegar a la zona del Caribe.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos indicó que el vórtice de Irma se ubicaba el lunes a 905 kilómetros (560 millas) al este de las Antillas y se movía a 22 kilómetros (14 millas) por hora hacia el oeste-suroeste, con ráfagas de hasta 195 kilómetros (120 millas) por hora.

Andrea Christian, propietaria del hotel Palm Tree Guest House en la pequeña isla de Barbuda, cerró sus instalaciones ante el paso del sistema meteorológico y aseguró que no tiene miedo, pese a que es la primera ocasión en debe enfrentar un huracán de esa magnitud. “No podemos hacer nada”, dijo Christian por teléfono. Destacó que ya compró agua y comida y “sólo tenemos que esperarlo”.

“El paso de un huracán no es una cuestión para tomar a la ligera, pero no debemos tener pánico”, dijo el primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, en un comunicado el domingo.

El funcionario llamó a la población a tomar medidas preventivas como la remoción de objetos que puedan obstruir las vías. Varias brigadas comenzaron el domingo a podar árboles y arbustos para evitar que los fuertes vientos derriben los cableados de electricidad y comunicaciones.

El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció el lunes en conferencia de prensa que firmó una orden ejecutiva para activar la guardia nacional y declarar un inminente estado de emergencia a fin de que el gobierno pueda hacer la compras necesarias para atender un eventual desastre.



“Es un momento importante para trabajar, para estar conscientes de lo que está pasando, para prepararnos”, dijo el funcionario. Indicó que el gobierno trabaja con las alcaldías y la Secretaría de Vivienda para identificar los recintos que servirán como refugios para trasladar a la población que reside en zonas vulnerables.

Rosselló indicó que desde el martes no habrá clases en todo el sistema educativo público, incluida la Universidad de Puerto Rico, mientras que la jornada laboral del sector público será de mediodía para que la población pueda tomar medidas preventivas.

El meteorólogo Roberto García explicó en la rueda de prensa con el gobernador que el huracán se fortalecerá en las próximas horas y podría llegar a categoría 4, “lo que supone más riesgo para el área de San Juan y hacia el este” de la capital durante el miércoles.

En República Dominicana, adonde las ráfagas del huracán llegarán la mañana del jueves, el presidente Danilo Medina se reunió el lunes con los representantes de todos los organismos de emergencia y seguridad para establecer un plan, que incluye posibles evacuaciones preventivas.

“No queremos alarmar, pero sí queremos que la población esté informada”, dijo en conferencia de prensa el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, al término del encuentro.

José Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias, adelantó que ese organismo comenzará a emitir el martes boletines para alertar a la población que vive en zonas eventualmente vulnerables a fin de que desalojen sus viviendas.

Las autoridades coordinaban acciones para identificar edificaciones, como iglesias y escuelas, que puedan ser usadas como albergues.

“Tenemos tiempo de seguir monitoreando el desarrollo y saber exactamente por dónde va a pasar” el meteoro, detalló Bolívar Ledezma, del servicio meteorológico dominicano.