Carlos Martiel: El arte de tensar el cuerpo

Carlos Martiel: El arte de tensar el cuerpo

Es habanero y vive en Nueva York. Carlos Martiel es un artista del performance: se ensartó en la piel las condecoraciones de su padre por ir a las guerras cubanas del Africa. Todos sus actos buscan el límite del cuerpo.

Carlos Martiel es un grito que se ha apoderado de otros gritos. Ahora reside en New York y sus performances dan cuenta del lanzamiento de su cuerpo hacia la violencia extra verbal, silenciosa a veces.

Este joven artista habanero, nacido en 1989 y Graduado de la Academia Nacional de Bellas Artes “San Alejandro”, ha dejado pedazos de su piel –literalmente- en lugares en que ha expuesto sobre la inmigración ilegal, los abusos del poder o el mito que ronda hoy por las apariencias humanas.

Hace solo una semana realizó Legado: se enterró -en una galería neoyorquina-, en dos grandes vasijas llenas de café importado de Haití y Jamaica, países de donde sus abuelos emigraron a Cuba en la década de 1920.

En 2014 Martiel vino a Miami e hizo el performance Condecoración: se cosió a su cuerpo las medallas que el gobierno cubano entregó su padre, un “internacionalista”.

El cubano Carlos Martiel ha sido merecedor en 2014 de las becas Artista en Residencia Immigrant Movement International", Nueva York y la Cannonball Residence, así como la otorgada por CIFOS Grants & Commissions Program Award, Cisneros Fontanals Foundation (CIFO), Miami.

Una foto con la cabeza de Martiel enterrada en la arena sirvió de portada al libro "Movidas peligrosas: políticas y performance en Cuba", (Tate Publishing, 2015), de la académica cubanoamericana Coco Fusco. Esa investigación le sirvió a Martí Noticias para llegar a Martiel y pedirle que respondiera estas preguntas sobre sus polémicas exposiciones.

¿Hasta dónde tensar el cuerpo, hasta dónde crees que puedas alargar tu manera de contestar al 'Poder'?

No existe una obra que haya realizado en mi vida que no sienta profundamente dentro de mí. Lo que yo hago es una mezcla de pulsiones internas y condicionamientos externos, ya sean por cuestiones íntimas, sociales, o políticas. Lo que yo hago viene de una zona de tensión, malestar,
inconformidad, y rabia, que sale de lo más profundo de mí. Estos sentimientos se manifiestan de una forma cruda, pero mientras mis métodos actuales de crear me ayuden a aliviar el malestar que siento por dentro, no hay problema. Si ese modo de expresarme cambia, lo que venga también será bienvenido ya que mi prioridad es expresarme.

Vienes de la "Cátedra de Arte Conducta". Mientras tú 'actuabas' o preparabas tus performances en NY Tania Bruguera era retenida en Cuba, pero no hiciste silencio. ¿Qué hilos te mueven a responder a la restricción de los derechos por parte del 'Estado cubano'?

Ascensión, que fue la obra que realicé en NYC en el tiempo que Tania era detenida, fue pensada y se estuvo planificando mucho antes de ese incidente, pero dio la casualidad que se realizó por esas fechas. Sin embargo creo que estaba muy a tono con lo que estaba sucediendo en ese momento con Tania y el resto de activistas que fueron encarcelados en Cuba. La fuerza del Estado y la presión que esta entidad ejerce sobre la población debe reducirse, como cubanos necesitamos implementar herramientas para alcanzar la libertad pero eso implica un riesgo y hay que estar dispuesto a correrlo, de otro modo no hay libertad que valga. Necesitamos salir del cuartel sin irnos de la isla, necesitamos tener derechos a disentir públicamente sin miedos a ser arrestados.

Ahora estás frente a un escenario internacional (NY, Brasil, Europa), con ojos mejor entrenados. ¿Cuáles son tus resortes para seguir provocando al público que va a tus muestras?

Carlos Martiel, en la portada del libro "Movidas peligrosas: políticas y performance en Cuba", (Tate Publishing, 2015), de la académica Coco Fusco.

Mis cuestionamientos siguen siendo los mismos además de otros que estoy experimentando actualmente ya que vivo en Estados Unidos donde soy expuesto a nuevas problemáticas. Mis actuales preocupaciones son el racismo, la brutalidad policial, los derechos del inmigrante, la segregación, entre otras que en algún sentido son problemáticas globales y son entendidas en cualquier lugar de este mundo.

Condecoración Martiel, Carlos. CIFO Art Space, Miami, EE.UU. “Me sometí a una intervención quirúrgica, en la que me extirparon una circunferencia de 6 centímetros de piel. Luego este tejido fue disecado por un conservador de arte, para finalmente incluirlo en el disco de una medalla de oro similar a las que otorga a selectos ciudadanos el Gobierno Cubano. Alrededor de la cicatriz en mi cuerpo fueron tatuados los detalles técnicos de la obra, quedando un registro permanente como certifico de esta condecoración”.

Tu cuerpo y las huellas del dolor, tu condición de hombre negro y contestatario están asociados a la historia de tu país. Habrá un mapa de Cuba en el cuerpo de C. Martiel? De ser así, ¿cómo leerlo, cuáles son las claves?

En mi cuerpo hay una historia de todo lo que he vivido, está Cuba como una carga de la cual no hay forma de liberarse, pero también está el mundo que he andado desde que salí de Cuba hace algunos años. Esta historia se traza en mi cuerpo como un mapa, sin embargo es complejo ya que mi cuerpo como registro es finito.

Así que presiento que las claves serán los residuos, los registros videograficos y fotográficos, ahí quedarán las problemáticas frente a las que no pude permanecer en silencio.

Tus obras son cada vez más vivenciales y refieren a fenómenos como la inmigración ilegal, los derechos civiles y la conducta de las autoridades (tanto en EE.UU como en Cuba). ¿Qué pasa si solo dejas la imagen de un Martiel documentalista, no le temes a esto?

Hace un tiempo alguien me dijo: “el artista que busque inspiración, que mire a su alrededor”. Creo que esa frase explica cómo yo funciono, en mi trabajo lo más importante es el contexto. Es todo lo externo que me afecta y que si no lo expreso me frustra. El arte es el arma que tengo para disparar la verdad fuera de mí. Ahora, una vez que la obra haya sido realizada a mí no debe preocuparme como sea vista por alguien. Si un artista que habla sobre lo que le afecta como ser humano, es un artista documentalista, entonces con mucho orgullo lo soy.

¿Qué buscas con 'Legado', más allá de tópicos como inmigración, zona Caribe, esclavitud y redenciones actuales?

‘Legado’ es una obra que parte de mi experiencia personal y biográfica para dialogar sobre la inmigración caribeña generada por motivos económicos. Mi principal motivación es la historia de mis abuelos inmigrantes que llegaron a Holguín a cortar caña de azúcar y recoger café a mediados de la década de 1920. En Cuba si uno es descendiente de españoles o de italianos, por poner dos ejemplos, es un motivo de orgullo ¿por qué sería mi herencia jamaicana y haitiana menos? Si Haití y Jamaica están en una situación económica desfavorable es principalmente por la explotación humana y ambiental que ha existido por siglos por parte de las actuales potencias mundiales.