Comentar el libro de un amigo resulta siempre difícil tarea, pero si ese amigo es el gran escritor y filósofo Fernando Savater, la misión se complica todavía más. No iré “par quatre chemins”, por cuatro caminos, como dicen los franceses cuando no se quieren desviar demasiado del tema: yo soy una lectora perdida y entregada de Savater. Fue él quien me condujo a la veneración de Emil M. Cioran; es a él a quien le debo tanto, que la lista de mis deudas no cabría en artículo alguno, ni siquiera en un libro.
Savater es un escritor fiel, nunca defrauda a sus lectores. “Carne gobernada. De política, amor y deseo”, responde a esa lealtad que del pensamiento de Savater emana en forma de enseñanza, placer, sensualidad, vigor.
Portada de “Carne gobernada. De política, amor y deseo”, de Fernando Savater. (Editorial Ariel)
Publicado en el 2024 por la editorial Ariel, en España, las posteriores ediciones se multiplicaron. Poseo la tercera. Su lectura no sólo me volvió a hacer feliz, como cuando descubres a un autor; además, me brindó la satisfacción de hallarme citada en sus páginas. Sí, ¡Savater me menciona! Lo que agradezco todavía más. Pero aún queda…
Nos explica el autor: “La carne gobernada es un guiso de la gastronomía asturiana en la que la carne de vaca es cocinada muy lentamente. Hoy en día es una comida casi desaparecida, pues se requiere mucho tiempo, mimo y cuidado para prepararla, algo poco común en los tiempos que corren”.
La editorial nos convoca: “Tal y como sucede en el plato, esta Carne gobernada, es una obra singular, escrita despacio y con amor, y, sobre todo, con inusitada valentía y coherencia intelectual. Estos pasajes íntimos de política, amor y deseo, algunos tiernos y nostálgicos, otros iracundos y mordaces, conforman un legado de indudable valor y son pieza fundamental para conocer al hombre agazapado tras el intelectual”.
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Carne gobernada. Autor: Fernándo Savater
Nadie lo duda, quienes hemos leído su obra sabemos que este título de Fernando Savater vibra permeada de amor a la vida, de sabiduría, que también se traduce en un cierto halo escéptico y hasta elegante, misterioso. Desde luego, del misterio o del milagro nos ocuparemos al final.
“Fernando Savater hace pasar por el alambique de las vivencias amorosas y sensuales de toda una vida, los recuerdos de su infancia, su compromiso cívico y sus ideales políticos (menos cambiantes de lo que la mayoría cree) para llegar a su esencia. En esta travesía, que agitará consciencias y levantará polémicas, habla de forma descarnada del porqué de su giro ideológico, de la añoranza constante de la mujer de su vida, de su relación con el diario en el que siempre ha escrito, de la memoria melancólica de sus padres, de la recuperación de un erotismo que creía imposible o de la mirada agridulce hacia su país.”
Y concluye la presentación: “Su obra más personal, libre e iconoclasta”.
Si me permiten, concluiré yo, a modo personal. Mientras terminaba las páginas del libro no quise perderme un documental acerca de Simone Veil, francesa, nacida en una familia judía, deportada con su familia a Auschwitz, a la edad de 16 años, donde perdió a sus padres y a su hermano.
Sobreviviente del Holocausto, pudo después hacer estudios de Derecho y de Ciencias Políticas; en 1974 fue ministra de la salud bajo el mandato de Valéry Giscard D’Estaing, ícono de la defensa de las mujeres fue la primera presidente del Parlamento Europeo, elegida bajo sufragio universal, además de las primeras en promover la reconciliación entre Francia y Alemania.
Ministra de Estado, ministra de Asuntos Sociales, de la Salud y de la Ciudad, elegida en el Consejo Constitucional, miembro de la Academia Francesa; enterrada en el Panteón de los grandes hombres y mujeres de Francia.
La mujer me interesa mucho, su trayectoria me seduce. Tuve el privilegio de conocerla brevemente en una visita gubernamental a la Casa de Víctor Hugo; de modo que mientras veía el documental también hojeaba el libro de Savater con la intención de terminar las cuatro páginas que me quedaban.
Al llegar al final, mientras el rostro límpido de Simone Veil se proyectaba en la pantalla del televisor, leí las palabras de despedida con las que el autor sella su libro, hermosas palabras de Simone Veil.
Palabras de Simone Veil con las que Savater cierra su biografía.