Cuatro madres cubanas que fueron detenidas durante o después de las protestas populares del 11 de julio permanecen aisladas en prisiones que enfrentan actualmente un brote de COVID-19 y tienen las cartas como única vía de contacto con sus familiares.
En medio de la crítica situación epidemiológica que sufre la isla, donde hoy se reportan 8.394 nuevos casos de Covid-19 y 84 fallecidos, estas mujeres están sin visitas, sin comunicación telefónica con sus familiares y en un limbo judicial, informaron sus esposos a Radio Martí.
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Girobis Rosado, esposo de la activista Nidia Bueno Paseiro acudió el jueves a la prisión de mujeres de Guamajal, en la ciudad de Santa Clara, para conocer sobre la situación de su esposa y madre de dos hijos y también sobre Arianna López Roque, directora de la Academia Julio Machado.
Ambas mujeres están en ese penal adonde fueron trasladadas desde su detención el 11 de julio.
“Ellas están aisladas porque hay casos con COVID-19, la cárcel esta infestada, hay una cuarentena por 40 días, yo llevo mes y medio sin ver a Nidia, actualmente la única vía de comunicación son las cartas, ella me escribió la semana pasada, donde me dice que las autoridades no le dicen nada sobre su situación, ellas todavía no tienen petición fiscal, no saben si le realizarán un juicio, no saben nada, mientras tanto siguen presas”, destacó Girobis.
El Directorio Democrático Cubano acaba de hacer pública una carta que recibieron de López Roque, cuyos dos hijos menores han quedado privados de la custodia de sus padres por encontrarse ambos presos por motivos políticos.
"Quiero pedir a la opinión pública nacional e internacional y a todos mis hermanos de lucha que se mantengan muy pendientes a la situación de los protestantes de la causa del 11 de julio, que nos encontramos pagando injusto encierro, quiero lanzar una alerta por la vida de mis hijos y de mi esposo, mis pequeños hijos a los cuales la dictadura no le importó privar de su padre y su madre y no se cual pueda ser la venganza en su contra por nuestro activismo político, mi esposo quien se encuentra en la prisión “La Pendiente”, en esta misma ciudad y del cual no he tenido noticias ni conversación desde el 11 de julio, hago responsable a la policía política de lo que le pueda ocurrir tanto a él como a mi familia. Aunque mis hermanos de lucha, mi esposo y yo estamos pagando el precio de nuestra libertad reafirmo mi compromiso de no rendirme jamás. Me siento orgullosa del pueblo de Cuba en especial del pueblo de Placetas, que ese glorioso día salió con valor a protestar por sus derechos. En mi opinión el 11 de julio fue el principio del fin de la dictadura con la cual no se dialoga, se lucha hasta acabar con ella hasta el último aliento", escribió la opositora.
Desde Quivicán, en la provincia de Mayabeque, Michael Valladares comentó la situación de su esposa María Cristina Garrido, y la hermana de esta, Angélica Garrido, ambas miembros del Partido Republicano de Cuba, detenidas el 12 de julio durante las protestas en esta localidad y procesadas en la Unidad de Instrucción Policial de San José de las Lajas.
Sobre las hermanas detenidas actualmente en la prisión de mujeres El Guatao, en el municipio capitalino de La Lisa, Valladares expresó: “Ellas fueron trasladadas para allí el día 13 de agosto. Con María Cristina la única comunicación que tengo ahora es por medio de cartas, debido a que están en aislamiento porque varias presas dieron positivas al coronavirus. Ella fue golpeada en su pueblo durante la detención el día de las protestas y Angélica también fue fuertemente golpeada en el momento de la detención, y sin embargo ahora las están acusando de desacato, atentado, desobediencia y desorden público, lo que hay es toda una manipulación y algo organizado que es la mano de la Seguridad del Estado".