Occidente culpa a China comunista por destitución de cuatro legisladores en Hong Kong

Los guardias de seguridad arrastran al legislador pro democracia Ray Chan durante una reunión legislativa el 8 de mayo en Hong Kong.

Los países occidentales culpan al Partido Comunista Chino, PCC, por la destitución de cuatro legisladores democráticamente elegidos en Hong Kong.

Los gobiernos de Estados Unidos, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y el Reino Unido calificaron la destitución de los legisladores por parte del PCC el 11 de noviembre como un “claro incumplimiento” de las obligaciones internacionales del régimen y de su compromiso de respetar la autonomía de Hong Kong.

“Las reglas para la destitución parecen ser parte de una campaña concertada para silenciar a todas las voces críticas”, dicen en su declaración conjunta. “Pedimos a China que cese de socavar los derechos del pueblo de Hong Kong a elegir a sus representantes en concordancia con la Declaración Conjunta y la Ley Básica”.

Según la Declaración Conjunta Chino-Británica de 1984, un tratado registrado en la ONU, la República Popular China prometía respetar el “alto grado de autonomía” y libertades de Hong Kong. La Ley Básica aplica el principio de “un país, dos sistemas” y apoya las instituciones democráticas en Hong Kong.

Los cinco países democráticos también denunciaron otras recientes violaciones por parte del PCC a las libertades de Hong Kong, incluyendo la postergación de las elecciones de septiembre para el Consejo Legislativo y el reciente arresto de cinco miembros con escaño en el Consejo Legislativo.

La destitución de funcionarios elegidos es parte de la amplia represión del PCC contra las libertades que prometió a Hong Kong. Desde que el 30 de junio el partido impusiera una ley de seguridad nacional sometiendo a Hong Kong casi directamente al mandato del PCC, las autoridades chinas han arrestado a defensores de la democracia, han atacado a reporteros y descalificado a por lo menos una docena de candidatos a las elecciones legislativas.

Más recientemente la resolución de la RPC denominada “patriotismo”, aprobada el 11 de noviembre, permitió al gobierno pro Pekín de Hong Kong destituir a legisladores que “publiciten o apoyen la independencia”, que “busquen la interferencia extranjera” o participen “en actividades que pongan en peligro la seguridad nacional”.

Según la organización Human Rights Watch el requerir la adhesión a esas normas tan vagamente formuladas viola el estado de derecho y el derecho de los legisladores a la libre expresión. La nueva ley concede “al gobierno de Hong Kong el poder arbitrario para destituir a cualquier legislador cuyos criterios no gusten”, indica Human Rights Watch.