15 chistes sobre el comunismo

Humor en el comunismo

Uno

Pipa de Stalin.

Tras recibir a una delegación georgiana en Moscú, Iosef Stalin se puso a buscar su pipa. Como no la encontraba, y aprovechando que la delegación se encontraba en los pasillos del Kremlin, envió a Lavrenti Beria (el temido jefe de la policía secreta) con el encargo:
– Beria, corra tras la delegación y averigüe cual de ellos se ha llevado mi pipa
Beria, obediente, sale corriendo y al rato Stalin encuentra su pipa debajo de unos papeles. Llama a Beria y le dice:
– Laurenti, no se preocupe que ya he encontrado mi pipa, la tenía aquí mismo, entre mis papeles.
– Demasiado tarde camarada -responde Beria-, la mitad de la delegación reconoció haberse llevado tu pipa, y la otra mitad murió durante el interrogatorio.

Dos
Tres presos en un Gulag se ponen a charlar entre ellos de los delitos que les llevaron allí:
– Yo estoy aquí porque siempre llegaba al trabajo cinco minutos tarde, y me acusaron de sabotaje, dice el primero.
– Pues yo porque llegabaal trabajo cinco minutos antes, y me acusaron de espionaje, dice el segundo.
– Pues yo llegaba todos los días puntual al trabajo”, dice el tercero, “y me acusaron de tener un reloj occidental.

Tres
Las seis paradojas del Estado Socialista
1. Nadie trabaja, pero el plan quinquenal siempre se cumple.
2. El plan quinquenal siempre se cumple, pero los estantes de las tiendas están vacíos.
3. Los estantes están vacíos, pero nadie pasa hambre.
4. Nadie pasa hambre, pero todos son infelices.
5. Todos son infelices, pero nadie se queja
6. Nadie se queja, pero las cárceles están llenas.

Cuatro
Una oveja decide abandonar la URSS y al llegar al paso fronterizo un guardia la detiene y le pregunta:
– ¿Por qué quieres abandonar Rusia?
– Por la policía secreta, replica la oveja, Stalin ha ordenado arrestar a todos los elefantes.
– Pero tu no eres un elefante, responde el guardia.
– Ya, intenta explicárselo tú a la policía secreta.

Cinco
Dos amigos judíos se encuentran paseando por Leningrado y le dice uno al otro:
– Hola Isaac, ¿cómo está tu hermano Iosef?
– Está viviendo en Praga y construyendo el socialismo.
– ¿No tenías una hermana… Judith, ¿qué es de ella?
– Ella también se encuentra bien, viviendo en Budapest y ayudando a crear el futuro comunista.
– ¿Y Abraham, tu hermano mayor?
– Emigró a Israel
– ¿Y está construyendo el socialismo allí también?
– ¿Qué dices?, ¿estás loco?, ¿crees que haría algo semejante en su propio país?

Seis

Interrogatorio en el Gulag.

El guardia de un campo de concentración en el Gulag pregunta a un preso político:
– ¿A cuántos años estás condenado?
– A diez, responde el preso.
– ¿Por qué delito?, replica el guardia
– Por ninguno, contesta el preso agachando la cabeza.
– No mientas, dice el guardia, por ninguno solo caen cinco años.

Siete
¿Cuál es la diferencia entre los pintores naturalistas, los impresionistas y la escuela del realismo socialista?
Los naturalistas pintan lo que ven, los impresionistas lo que sienten y los socialistas lo que les dicen.

Ocho

Leonid I. Brezhnev

El representante de un koljós (granja colectivizada) es llevado a Moscú para dar cuentas a Brezhnev sobre el cumplimiento del plan quinquenal.
– Camarada Brezhnev, gracias a la labor del Partido hemos cosechado tantas patatas que puestas una encima de la otra llegarían hasta el mismo Dios.
– Pero, camarada agricultor, seamos sinceros, Dios no existe.
– Tiene razón, camarada secretario general, seamos sinceros, las patatas tampoco.

Nueve
Un ciudadano soviético acude a la KGB a informar a cambio de que coloquen a su hija en la administración del Partido. Una vez delante del comisario jefe :
– Dígame, camarada, ¿de qué tiene que informarnos?
– Creo que mis vecinos tienen contactos personales con Occidente
– ¿Y cómo lo sabe?
– Les oigo comer cada noche.

Diez
Un alemán, un italiano y un ruso se encuentran en el Museo del Prado de Madrid frente al cuadro “Adán y Eva” de Alberto Durero.
– Miren qué calma, qué equilibrio, qué dulzura, -dice el alemán- seguro que eran alemanes.
– Ni hablar -interrumpe el italiano- la escena derrocha sensualidad y romanticismo, eran italianos.
– No lo creo, caballeros -tercia el ruso después de un incómodo silencio-, mírenlos bien, están desnudos, sin casa ni cobijo, sólo tienen una manzana para comer y les han dicho que eso es el paraíso. Sin duda, eran rusos.

Once

Lenin y Stalin.

Vladimir Ilich Lenin se encuentra en el lecho de muerte con Stalin a su lado, le agarra de la mano y le dice con la voz muy debilitada.
– La única duda que tengo, querido Iosif, es si la gente te seguirá. ¿Crees que lo hará?
– Lo hará, Vladimir, lo hará, estoy completamente seguro.
– Eso creo, pero, ¿qué pasa si no te siguen?
– Descuida, que en ese caso te seguirán a ti.

Doce
– ¿Qué es algo muy largo, que hace mucho ruido, que produce mucho humo, que consume 20 litros de gasolina a la hora y que es capaz de cortar una manzana en tres trozos?
– Es la máquina soviética diseñada para cortar una manzana en cuatro trozos.

Trece
En una clase de primaria un profesor entra, se sube a la tarima y pregunta a un niño:
Yevgueni Ivanovich, ¿quién es tu padre?
– ¡El camarada secretario general del Partido!
– ¿Y tu madre?
– ¡La patria socialista soviética!
– Y tu, Yevgueni, ¿qué es lo que querrías ser?
– Huérfano, camarada profesor, querría ser huérfano.

Catorce
Dos presos en un campo de trabajo en Siberia hacen una pausa y se ponen a compartir su experiencia:
– Perdona, Dimitri, nunca te lo he preguntado, ¿por qué te mandaron aquí?, ¿eres un preso político o común?
– Político, claro. Soy fontanero, mi último encargo fue en la sede del partido del distrito de Stavropol. Me llamaron para desatascar el sistema de desagüe, pero estaba en tan mal estado que les dije que había que cambiar el sistema entero, de arriba a abajo… y ya ves, me agarraron por el pescuezo, me dieron una paliza y me cayeron siete años.

Quince
En la Unión Soviética solo tenemos dos canales de televisión. En el canal uno solo hay propaganda del Gobierno. En el canal dos hay un agente de la KGB diciéndote que vuelvas al canal uno o te atengas a las consecuencias.

(Publicados originalmente en el blog de Fernando Díaz Villanueva)