Perdida buena parte de películas mudas de EEUU

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El actor cómico Charlie Chaplin en una de sus actuaciones. (Sin fecha, hacia 1930).

La vulnerabilidad de las películas con material de nitrato al fuego y al deterioro ha contribuido a las pérdidas, además de la práctica del sector de descuidar o destruir los positivos y negativos.
La gran mayoría de los largometrajes mudos filmados en Estados Unidos se han perdido debido al deterioro y el descuido durante los últimos 100 años, lo que significa que un arte del siglo XX casi haya desaparecido, según un estudio.

La Biblioteca del Congreso realizó su primera encuesta integral de películas mudas durante los últimos dos años y concluyó que 70% se ha perdido. De los casi 11.000 largometrajes mudos filmados en Estados Unidos entre 1912 y 1930, la encuesta sólo encontró 14% en su formato original. Aproximadamente 11% de las películas que sobreviven existen en calidad de versiones extranjeras o formatos de baja calidad.

Durante el auge del cine mudo entre 1912 y 1929 -antes de las cadenas de radio y televisión- ir al cine se convirtió en la forma más popular de entretenimiento. La asistencia a los cines en Estados Unidos promedió 46 millones semanales en los años 1920, en un país de 116 millones de habitantes, según el informe.

El historiador y archivista David Pierce, quien realizó el estudio para la Biblioteca, dijo que pocas formas de arte que ya no existen tienen la resonancia de las películas mudas.

"Es un estilo de narración perdido y las mejores películas del género tienen tanta influencia sobre el público hoy que cuando las estrenaron", dijo. "Cuando se elimina el diálogo de una narración, es un gran reto para los creadores poder contar la historia de manera completamente visual. Y es esa limitación, me parece, lo que hace esas películas tan efectivas".

Entre los filmes mudos destacados que ahora se consideran perdidos están "Cleopatra", de 1917; "El gran Gatsby", de 1926; "London After Midnight" ("La casa del horror"), de 1927 y protagonizada por Lon Chaney, y "The Patriot" ("Alta traición"), de 1928.

Todavía existen largometrajes mudos con estrellas como Buster Keaton, Charlie Chaplin y Mary Pickford.

El Museo de Arte Moderno de Nueva York, la Biblioteca del Congreso y otros archivos han preservado estas películas desde hace decenios. Pero el estudio señala que por cada clásico que sobrevive hay decenas que se han perdido.

La vulnerabilidad de las películas con material de nitrato al fuego y al deterioro han contribuido a las pérdidas, además de la práctica del sector de descuidar o destruir los positivos y negativos, escribió Pierce.

De los grandes estudios, MGM se destacó por su labor de preservación de las películas mudas. El estudio también tenía en su colección películas como "Lo que el viento se llevó" y "El Mago de Oz" y encontró valor comercial en filmes viejos que presentó en los cines y la televisión, dijo Pierce, así que invirtió en su cinemateca como ninguno otro y salvó 113 películas mudas que produjo o distribuyó. MGM también entregó positivos y negativos a archivos, fundamentalmente a la George Eastman House en Rochester, Nueva York. El 68% de las películas mudas de MGM sobreviven.

Al mismo tiempo, Paramount Pictures, el estudio dominante de los primeros tiempos del cine, se destaca por los pocos filmes que sobreviven de sus 1.222. El estudio de la Biblioteca del Congreso señaló que Paramount no tuvo un programa de preservación hasta la década de 1980 y que ahora sólo 29% de sus películas o fragmentos de filmes mudos pueden ubicarse.

Pero en las bóvedas de los estudios no hay mucho que encontrar, escribió Pierce, así que los conservacionistas buscan ahora en archivos extranjeros o colecciones privadas para identificar cualquier otro ejemplar que pueda salvarse.

James Billington, bibliotecario de la Biblioteca del Congreso, escribió en el informe que el país ha perdido buena parte de su historial creativo de una era que llevó las películas estadounidenses a lo máximo de ese arte.

"La pérdida de los largometrajes estadounidenses mudos es algo alarmante e irrecuperable para nuestro historial cultural", escribió.