¿Colas en España? Sí, para acceder a la comida gratuita

Un grupo de personas hace fila para recibir alimentos distribuidos por la Cruz Roja en Valencia el pasado 20 de abril. JOSE JORDAN / STR / AFP

La vergonzosa imagen de las colas en Cuba para adquirir alimentos —y los estantes vacíos de las tiendas— han movilizado a la maquinaria mediática oficialista.

"En los países donde las grandes empresas o emporios están privatizados, la situación es grave. En esas naciones también hay largas filas de personas en busca de alimentos", dijo la periodista Irma Shelton ante las cámaras del Noticiero Nacional de Televisión, y se alarmó del "aumento de la extrema pobreza" en España.

Otros voceros oficialistas calentaron el escenario, antes y después del comentario de Shelton, que produjo una cascada de reacciones adversas en redes sociales.

El funcionario Iroel Sánchez admitió que las colas en Estados Unidos y Europa "son por acceder a comida gratuita", y las atribuye al "número creciente de desempleados y pobres".

Antonio Rodríguez Salvador, en el blog oficial La pupila insomne, recurrió al supuesto "pasado glorioso" para justificar que en Cuba no se repartan alimentos gratuitos a los pobres.

"Se les olvidaron todos los almuerzos gratis que durante años recibieron en las escuelas, o los hospitales; los que a precios ridículos pagaron en sus centros de trabajo o en la cuota mensual", argumentó el vocero con cierto enfado.

¿Qué sucede exactamente en España?

Ni el gobierno, ni la oposición ni los medios de comunicación niegan que la crisis del coronavirus haya multiplicado las solicitudes de ayuda. España dispone de una amplia red solidaria para atender gratuitamente a las familias desfavorecidas.

"Somos 54 bancos de alimentos, que distribuyen anualmente 145 millones de kilogramos. Son entidades apolíticas y aconfesionales, con un doble fin: acabar con el hambre y reducir el despilfarro de alimentos", explica Ángel Franco, director de Comunicación de la Federación de Bancos de Alimentos de España (FESBAL).

Los establecimientos entregan donaciones a organizaciones no gubernamentales, entre ellas Cáritas, Cruz Roja y comedores sociales, quienes las reparten gratuitamente a familias sin recursos.

"Los bancos de alimentos lo dan todo gratuitamente. Y obligamos a las ONG a que lo den todo gratuitamente. Si necesitan subvenciones o fondos, tienen que conseguirlo de otra forma, y no cobrando al beneficiario final", asegura Franco en declaraciones a Radio Televisión Martí.

Su financiamiento corre a cargo del gobierno español, la Unión Europea, supermercados y empresas privadas, con la participación de marcas como Bimbo, Bonduelle, Pascual, Campofrío, Coca-Cola, Danone, Hero o Nestlé, entre otras.

"En total estamos trabajando con 7.216 entidades beneficiarias locales, que a su vez entregan los alimentos a las familias", indica el directivo.

Según FESBAL, el programa de ayudas alimentarias analiza la situación de cada familia, a través de informes e inspecciones de los servicios sociales, para evitar engaños y atender eficientemente a quienes lo necesitan.

Las autoridades europeas pronostican que el PIB de España caerá un 9,4% en 2020, mientras la tasa de desempleo ascendería al 18,9%, el dato más alto desde agosto de 2016.

Según publica este lunes el diario El Mundo, el gobierno español aprobará una mensualidad especial para las familias en riesgo de pobreza. Estas recibirán desde 462 hasta 1.015 euros, de acuerdo con el número de adultos y de niños del hogar.