Gustavo Petro afirma que Alejandro Ordónez, la persona que lo destituyó, no es imparcial.
El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, recusó al procurador general de Colombia, Alejandro Ordóñez, que lo destituyó del cargo y lo inhabilitó por quince años, porque considera que el funcionario no es imparcial, informaron hoy medios locales.
Petro, que libra una batalla legal para impedir su destitución, anunciada por Ordóñez el pasado 9 de diciembre, radicó en el Ministerio Público una solicitud de recusación contra el procurador que es quien debe resolver cualquier recurso que el alcalde presente en su defensa, señaló la agencia Efe.
El alcalde fue destituido por Ordóñez por la supuesta mala gestión de una crisis de basuras ocurrida en diciembre de 2012, cuando decidió transferir a la gestión pública ese servicio que estaba en manos privadas.
Para el alcalde, el procurador (titular del Ministerio Público) no será un juez imparcial para responder un recurso de reposición por "tener interés directo en la actuación disciplinaria" y "haber manifestado su opinión sobre el asunto materia de actuación", según la edición digital del diario El Tiempo.
Por esas razones, pidió además que se nombre un procurador ad hoc "que no sea subalterno del procurador y que garantice un juzgamiento imparcial".
Debido a la falta de confianza en Ordóñez, Petro también recusó a los integrantes de la sala disciplinaria del Ministerio Público integrada por los procuradores delegados Juan Carlos Novoa y Carlos Arturo Ramírez, así como a la viceprocuradora general Marta Isabel Castañeda.
Petro, que en su juventud militó en el grupo guerrillero M-19, alega que el procurador, alineado con la derecha católica, en sus diferentes escritos ha mostrado "sus convicciones religiosas y radicales" que se oponen a sus programas en la Alcaldía.
Según el alegato de Petro, "el procurador tiene la más íntima convicción de que un buen 'soldado de Cristo' debe combatir con todas las armas posibles la impiedad que representa la ideología de izquierda que representa el alcalde".
En su escrito, Petro señala: "Para Alejandro Ordóñez, yo represento 'el comunismo ateo', uno de los enemigos fundamentales de 'la recristianización del mundo' que se propone el procurador en sus obras".
El alcalde, que mañana llegará al ecuador de su mandato de cuatro años para el que fue elegido por voto popular, también ha acudido a instancias internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con cuyos dirigentes se reunió a mediados de mes en Washington y a la que pidió medidas cautelares para su caso.
Petro también tendrá que someterse, probablemente en febrero próximo, a un referendo revocatorio de su mandato que fue convocado por la autoridad electoral colombiana con base en una campaña de firmas ciudadanas disconformes con su gestión.
Petro, que libra una batalla legal para impedir su destitución, anunciada por Ordóñez el pasado 9 de diciembre, radicó en el Ministerio Público una solicitud de recusación contra el procurador que es quien debe resolver cualquier recurso que el alcalde presente en su defensa, señaló la agencia Efe.
El alcalde fue destituido por Ordóñez por la supuesta mala gestión de una crisis de basuras ocurrida en diciembre de 2012, cuando decidió transferir a la gestión pública ese servicio que estaba en manos privadas.
Para el alcalde, el procurador (titular del Ministerio Público) no será un juez imparcial para responder un recurso de reposición por "tener interés directo en la actuación disciplinaria" y "haber manifestado su opinión sobre el asunto materia de actuación", según la edición digital del diario El Tiempo.
Por esas razones, pidió además que se nombre un procurador ad hoc "que no sea subalterno del procurador y que garantice un juzgamiento imparcial".
Debido a la falta de confianza en Ordóñez, Petro también recusó a los integrantes de la sala disciplinaria del Ministerio Público integrada por los procuradores delegados Juan Carlos Novoa y Carlos Arturo Ramírez, así como a la viceprocuradora general Marta Isabel Castañeda.
Petro, que en su juventud militó en el grupo guerrillero M-19, alega que el procurador, alineado con la derecha católica, en sus diferentes escritos ha mostrado "sus convicciones religiosas y radicales" que se oponen a sus programas en la Alcaldía.
Según el alegato de Petro, "el procurador tiene la más íntima convicción de que un buen 'soldado de Cristo' debe combatir con todas las armas posibles la impiedad que representa la ideología de izquierda que representa el alcalde".
En su escrito, Petro señala: "Para Alejandro Ordóñez, yo represento 'el comunismo ateo', uno de los enemigos fundamentales de 'la recristianización del mundo' que se propone el procurador en sus obras".
El alcalde, que mañana llegará al ecuador de su mandato de cuatro años para el que fue elegido por voto popular, también ha acudido a instancias internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con cuyos dirigentes se reunió a mediados de mes en Washington y a la que pidió medidas cautelares para su caso.
Petro también tendrá que someterse, probablemente en febrero próximo, a un referendo revocatorio de su mandato que fue convocado por la autoridad electoral colombiana con base en una campaña de firmas ciudadanas disconformes con su gestión.