El congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart dijo ayer que fue un privilegio reunirse con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, y con el presidente electo, Lai Ching-te, y de tener la oportunidad de agradecer los esfuerzos para fortalecer las relaciones de EEUU con Taiwán.
El republicano Díaz-Balart y su colega demócrata en la Cámara de Representantes, Ami Bera, co-presidentes del Grupo de Trabajo de Taiwán en la Cámara, fueron recibidos el jueves en Taipei por altos funcionarios del gobierno.
"China continental ha criticado las felicitaciones internacionales a Lai Ching-te, considerándolo una interferencia en sus asuntos internos. Pekín ve las visitas de funcionarios estadounidenses a Taiwán como un respaldo a los elementos independentistas en la isla", explicó Radio Taiwán Internacional.
El propósito de la visita, dijeron ambos legisladores, fue reafirmar el apoyo de Estados Unidos a Taiwán después de la celebración de elecciones democráticas el 13 de enero, expresar su unidad en los valores democráticos compartidos y explorar oportunidades para fortalecer aún más las relaciones económicas y de defensa.
Esta fue la primera reunión de Lai con una delegación de legisladores estadounidenses desde que ganó las elecciones.
El mandatario electo, del gobernante Partido Democrático Progresista, dijo que su esperanza es que Estados Unidos siga apoyando a Taiwán. Lai asumirá el poder el 20 de mayo, en medio de tensiones con China.
En la reunión con los líderes del Grupo de Trabajo de Taiwán, Lai afirmó que la democracia y la libertad son valores fundamentales compartidos con Estados Unidos.
"Taiwán está situado en la primera cadena de islas y se encuentra en primera línea del expansionismo autoritario de China. Esto hace de Taiwán un lugar estratégico crucial. La estabilidad a través del estrecho de Taiwán es extremadamente importante para la paz y la prosperidad regionales y mundiales", subrayó Lai.
En declaraciones anteriores, Lai Ching-te ha asegurado que no buscará cambiar el statu quo en el estrecho de Taiwán y ha mantenido una política a largo plazo de no buscar la independencia ni la unificación con China continental, insistiendo en que el futuro de Taiwán debe ser decidido por su pueblo, informó Radio Taiwán Internacional.