Congresistas estadounidenses pidieron el martes al Presidente Donald Trump que se oponga a los intentos del gobierno de Nicolás Maduro de organizar una Asamblea Constituyente para escribir “una nueva constitución, que eliminaría cualquier viso de institucionalidad democrática en Venezuela”.
“Estamos firmemente convencidos de que Estados Unidos debería continuar trabajando junto a la OEA y las Naciones Unidas para presionar al régimen de Venezuela, que restaure la democracia y ponga fin a la violencia”, expresa la misiva.
La carta de dos páginas está firmada, entre otros, por Jeff Duncan y Albio Sires, presidente y miembro, respectivamente, del Subcomité de Asuntos Hemisféricos; Ed Royce, presidente del Comité de Relaciones Exteriores y Eliot Engel, miembro del mismo Comité, así como por la congresista Emérita, Ileana Ros-Lehtinen.
“Esa Asamblea Constituyente es ilegítima y podría provocar una profunda crisis migratoria y humanitaria”, aseguró Duncan en una nota de prensa publicada en el sitio web del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
La carta de los congresistas coincide con la advertencia realizada el martes por la Administración Trump, en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
“Estados Unidos no permanecerá al margen mientras Venezuela se desmorona. Si el régimen de Maduro impone su asamblea constituyente el 30 de julio, Estados Unidos tomará acciones económicas firmes y rápidas”, expresó el comunicado.
En esa misma dirección se pronunciaron este miércoles los congresistas firmantes de la carta, que ofrece un respaldo a las medidas que podría adoptar la Administración.
“Debemos presionar con sanciones al régimen de Maduro hasta que suspenda la Asamblea Constituyente, libere a los presos politicos y celebre elecciones libres y justas”, declaró Ros-Lehtinen.
Por su parte, el senador republicano por la Florida, Marco Rubio, afirmó que si el régimen de Maduro lleva adelante sus planes de organizar una Asamblea Constituyente “sería el equivalente de un régimen como el cubano”, lo que calificó de “inaceptable”.
(Redactado por Pablo Alfonso, con información del Congreso y redes sociales)