El viernes 15 de febrero se cumple el plazo dado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para llegar a un acuerdo con respecto a la seguridad de la frontera sur.
Durante el fin de semana hubo intentos fallidos de negociación, los cuales se retomarán el lunes en la noche, en el Paso Texas.
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El fracaso de las conversaciones se dió ante la exigencia demócrata de que el gobierno limite la cantidad de migrantes que puedan detener, y ante discrepancias sobre cuánto dinero asignar al muro que el presidente Donald Trump quiere construir en la frontera con México.
La disputa sobre la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), refleja los valores de cada uno de los dos partidos en cuanto a inmigración.
Los republicanos favorecen una rígida implementación de las normas migratorias y no parece haber flexibilidad si los demócratas no les dan dinero para construir el muro fronterizo.
Los demócratas consideran el muro una idea anticuada, ineficaz e incluso racista y, a cambio de más dinero para seguridad fronteriza, quieren límites a los que consideran actividades innecesariamente implacables de ICE.
Debe haber un acuerdo entre ambos partidos antes del viernes a la medianoche, de lo contrario, habrá otra parálisis de las funciones federales debido a la falta de fondos.
(Artículo redactado por Vanessa Cardona con información de AP y reporte de VOA)