Corea del Norte permite los celulares y los convierte en herramientas de espionaje

Una mujer filma con su teléfono inteligente en Corea del Norte.

"El régimen (de Corea del Norte) está utilizando los teléfonos inteligentes y otros objetos de comunicación como armas poderosas de vigilancia masiva", seña The Wall Street Journal.

El régimen comunista de Pyongyang está permitiendo que los ciudadanos norcoreanos con más poder adquisitivo tengan acceso a los teléfonos inteligentes (smartphones y tabletas) para que se comuniquen entre ellos. Sin embargo, la medida permite a la dictadura vigilar a la población y fortalecer su poder, según un reportaje que publica Wall Street Journal (WSJ).

"Usted podría pensar que el uso de estos dispositivos en Corea del Norte es algo positivo, porque los norcoreanos pueden comunicarse entre ellos de una manera más abierta, pero en realidad el régimen está utilizando los teléfonos inteligentes y otros objetos de comunicación como armas poderosas de vigilancia masiva", indican los reporteros del WSJ, Timothy W. Martin y Warangkana Chomchuen.

Los teléfonos inteligentes norcoreanos son muy parecidos por afuera a cualquier Android, pero su interior posee una tecnología que los hace diferentes a los smartphones que emplean las personas en el mundo libre.

En Corea del Norte, los usuarios no tienen acceso a la Internet mundial, solo a la Intranet, es decir, el servicio informativo que el gobierno comunista establece para sus ciudadanos.

Según WSJ, el gobierno norcoreano puede monitorear las llamadas que hacen las personas que adquieren sus teléfonos inteligentes o tabletas.

Tras analizar una tableta, un experto indicó que "la vigilancia comienza cuando el usuario hace clic en un file no creado por el gobierno. Además, la persona que ha estado utilizando el equipo no tiene la opción de borrar sus actividades u ocultar lo que han estado buscando a las autoridades".

"A medida que los teléfonos inteligentes y los dispositivos móviles se vuelven más comunes en Corea del Norte, la tecnología no solo mejora la comunicación; le está dando al gobierno una poderosa herramienta para espiar a su gente", destaca el diario de EEUU.

[Con información de The Wall Street Journal]