Corea del Sur tiene el derecho de defenderse

Cuatro misiles lanzados por Corea del Norte el 7 de marzo de 2017. (KRT vía AP Video).

A continuación, un editorial del gobierno de Estados Unidos:

Corea del Sur se encuentra cada vez más cerca de hacer pleno uso de su escudo de defensa contra misiles, denominado Sistema Terminal de Defensa Aérea de Altitud, o THAAD, por sus siglas en inglés.

Seúl organizó una comisión especial para realizar una evaluación de las consecuencias del THADD sobre el medio ambiente local de Seongju, localidad ubicada a unos 300 kilómetros hacia el sur de la capital y donde se encuentra el emplazamiento de dichos misiles.

Corea del Sur decidió emplazar el sistema THAAD de defensa contra misiles, en julio de 2016, como respuesta a las amenazas de ataque de parte de Corea del Norte.

Hasta ahora, Corea del Norte ha experimentado con lanzamientos de más de 30 misiles balísticos y continúa expandiendo el alcance de sus misiles de corto alcance con capacidad nuclear. Tanto los Estados Unidos como otras naciones, consideran que Pyongyang se prepara para realizar su séptima explosión nuclear experimental, que sería la primera desde el año 2017.

El sistema THAAD está diseñado para interceptar misiles balísticos; no es portador de cabezas explosivas y destruye por impacto a misiles atacantes. El portavoz del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Vedant Patel, calificó al sistema THAAD como “…un sistema limitado y prudente de auto defensa, diseñado para contrarrestar el programa de ataque de cohetes balísticos de Corea del Norte”.

Patel destacó que los Estados Unidos y Corea del Sur “…llegaron al compromiso de emplazar el THAAD, como un sistema puramente defensivo para la protección de Corea del Sur y de su población de cualquier ataque militar y para proteger a las fuerzas de su alianza militar de las armas de destrucción en masa y la amenaza de los misiles balísticos de Corea del Norte”.

La determinación sobre el sistema de defensa, alcanzada en el año 2016, enfureció a la República Popular China, la que, como respuesta, impuso restricciones comerciales y culturales sobre Corea del Sur. El Ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, reiteró en agosto la oposición de Beijing a un mayor fortalecimiento del sistema THAAD de Corea del Sur, con la advertencia de que socava los intereses estratégicos de la República Popular China.

El vocero Patel enfatizó por su parte que la finalidad de los Estados Unidos es la completa desnuclearización de la península de Corea y agregó que “…los Estados Unidos no tiene intenciones hostiles hacia Corea del Norte y que la meta es la de lograr un enfoque práctico y calibrado que abra y ofrezca oportunidades para explorar vías diplomáticas con Corea del Norte con una diplomacia que haga posible progresos tangibles que aumenten la seguridad de los Estados Unidos, de sus aliados y de sus fuerzas armadas”.

Patel agregó que “…el Gobierno de los Estados Unidos está dispuesto a negociar con Corea del Norte, sin precondiciones y con la esperanza de que Corea del Norte responda en forma positiva al ofrecimiento extendido en buena voluntad”.