La visita del presidente de Google a Corea del Norte hace que muchos se pregunten lo que puede hacer Eric Schmidt en un país donde internet es casi inaccesible.
Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, que desde el lunes efectúa una "visita humanitaria" de tres días junto con el ex diplomático estadounidense Bill Richardson, simboliza aquello contra lo que el régimen comunista de Pyongyang lucha desde hace décadas, el acceso a una información no censurada.
Oficialmente, el objetivo de la visita de Schmidt y de Richardson es obtener la liberación de un estadounidense de origen coreano, detenido por Pyongyang el mes pasado.
Aunque los norcoreanos viven bajo un régimen donde sólo unas mil personas tienen acceso a internet y la radio y la televisión sólo difunden emisoras estatales, su país no es un desierto total en materia de tecnologías de la información.
"Google ha tenido que plegarse a compromisos delicados y ha sido blanco de fuertes críticas por sus esfuerzos a la hora de mantener una presencia en China ante la censura del gobierno" chino, recuerda Stephen Haggard, experto sobre Core del Norte del Instituto Peterson. "No hay que cargar contra ellos por intentarlo ahora con Pyongyang, pero el gigante de la información tal vez se ha encontrado con alguien más fuerte", añade el experto. Y se pregunta: "¿Imagina la respuesta de Kim Jong-Un (el líder norcoreano) a una presentación PowerPoint de Schmidt sobre el poder liberador de Google?".
Desde 2002 existe una red intranet interna, que sólo publica información autorizada por el poder, algunas agencias gubernamentales tienen su propio sitio web, y los teléfonos celulares fueron introducidos en 2008, mediante una coempresa con la firma egipcia Orascom.
Los analistas apuntan además que las fronteras no son tan herméticas como antaño, y ponen como ejemplos los teléfonos móviles chinos de contrabando, que permiten llamar al extranjero, y los DVD, MP3 y llaves USB, también introducidos ilegalmente.
No obstante, el 95% de la población no tiene ni celulares ni intranet.
Algunos analistas como Scott Bruce, experto en este país, destacan que el 5% restante representa no obstante un desarrollo significativo y sin precedentes para el Norte.
"Corea del Norte ha conocido una evolución fundamental.
Un Estado que limitaba el acceso a las tecnologías de la información para garantizar la seguridad del régimen se ha convertido en un Estado dispuesto a servirse de ellas como herramienta, al menos entre la clase privilegiada, para apoyar el desarrollo nacional", explica en un informe para el East-West Center, con sede en Hawai.
Oficialmente, el objetivo de la visita de Schmidt y de Richardson es obtener la liberación de un estadounidense de origen coreano, detenido por Pyongyang el mes pasado.
Aunque los norcoreanos viven bajo un régimen donde sólo unas mil personas tienen acceso a internet y la radio y la televisión sólo difunden emisoras estatales, su país no es un desierto total en materia de tecnologías de la información.
"Google ha tenido que plegarse a compromisos delicados y ha sido blanco de fuertes críticas por sus esfuerzos a la hora de mantener una presencia en China ante la censura del gobierno" chino, recuerda Stephen Haggard, experto sobre Core del Norte del Instituto Peterson. "No hay que cargar contra ellos por intentarlo ahora con Pyongyang, pero el gigante de la información tal vez se ha encontrado con alguien más fuerte", añade el experto. Y se pregunta: "¿Imagina la respuesta de Kim Jong-Un (el líder norcoreano) a una presentación PowerPoint de Schmidt sobre el poder liberador de Google?".
Desde 2002 existe una red intranet interna, que sólo publica información autorizada por el poder, algunas agencias gubernamentales tienen su propio sitio web, y los teléfonos celulares fueron introducidos en 2008, mediante una coempresa con la firma egipcia Orascom.
Los analistas apuntan además que las fronteras no son tan herméticas como antaño, y ponen como ejemplos los teléfonos móviles chinos de contrabando, que permiten llamar al extranjero, y los DVD, MP3 y llaves USB, también introducidos ilegalmente.
No obstante, el 95% de la población no tiene ni celulares ni intranet.
Algunos analistas como Scott Bruce, experto en este país, destacan que el 5% restante representa no obstante un desarrollo significativo y sin precedentes para el Norte.
"Corea del Norte ha conocido una evolución fundamental.
Un Estado que limitaba el acceso a las tecnologías de la información para garantizar la seguridad del régimen se ha convertido en un Estado dispuesto a servirse de ellas como herramienta, al menos entre la clase privilegiada, para apoyar el desarrollo nacional", explica en un informe para el East-West Center, con sede en Hawai.