Un grupo de científicos alemanes de la Universidad de Lübeck logró aislar la principal enzima del COVID-19 y creó un compuesto para inhibirla y así evitar que el patógeno consiga hacer copias de su genoma y se multiplique.
La investigación, difundida a partir de un comunicado de la casa de estudios, fue reproducida además por la revista Science. La publicación informa que los investigadores han ensayado el compuesto en células pulmonares humanas y en ratones.
Durante esas pruebas pudieron comprobar que no resultaba tóxico y que podría administrarse directamente a los pulmones por inhalación.
Una vez encontrado el gen que los expertos estaban buscando, procedieron a introducirlo en un cultivo para multiplicar la enzima. De esta forma, pudieron saber cómo era su estructura tridimensional. A partir de ella han logrado modificar un compuesto desarrollado antes contra otros tipos de coronavirus para que se adapte a la enzima del COVID-19.
Entretanto, científicos en Estados Unidos siguen haciendo pruebas para desarrollar una vacuna. El Instituto de Investigación del Instituto militar Walter Reed, en las afueras de Washington, DC, está utilizando sus enormes recursos técnicos para lograr una vacuna.
“It%27s very, very urgent,” Dr. Joyce said. “Because we know that if we don%27t do this that the current pandemic is just going to continue until there are solutions that are effective. And we%27re doing our best to stop it as quickly as we can.” https://t.co/RGaImjGWVy
— NBC News (@NBCNews) March 22, 2020
El doctor Gordon Joyce, a cargo de Biología Estructural en Walter Reed, dijo a NBC que está usando un sistema visual que se parece a un GPS para el diseño de una vacuna.
La etapa inicial de pruebas clínicas ha comenzado en China, Europa y Estados Unidos. Y en el estado de Washington, en la costa oeste de Estados Unidos, se comenzó a probar una vacuna experimental en seres humanos.
Expertos estadounidenses también están en busca de soluciones de corto plazo. Arturo Casadevall, director del Departamento de Microbiología e Inmunología de la Universidad de Johns Hopkins, está organizando una iniciativa a nivel nacional para usar los anticuerpos de pacientes de COVID-19 con el fin de proteger y tratar a personas mientras se espera la disponibilidad de una vacuna.
Our grass roots emergent organization has >20 participating centers across USA, designed clinical protocols and submitted an IND to FDA. We could use government coordination to navigate the next steps and get convalescent plasma deployed. I am optimistic it will happen. https://t.co/MCfezkLQFK
— Arturo Casadevall (@ACasadevall1) March 21, 2020