Es poco probable que los integrantes de la Organización Mundial de la Salud, OMS, que investigan los orígenes del coronavirus en China, puedan reunirse con críticos del manejo del gobernante Partido Comunista Chino, PCCh, de las primeras etapas de la pandemia, declaró este lunes un grupo de derechos con sede en el extranjero.
El equipo visitó dos centros de control de enfermedades que participaron temprano en la gestión del brote en la ciudad central china de Wuhan, informó Radio Asia Libre, RFA.
Desde que salió de un período de cuarentena de 14 días, el equipo, que ha dicho que no está tratando de repartir la culpa por la pandemia, también ha visitado hospitales y un mercado de productos del mar vinculado a un grupo inicial de casos.
Pero el grupo de Defensores de Derechos Humanos de China, CHRD, por sus siglas en inglés, dijo que incluso si el grupo lo intentara, tendrían problemas para hablar con cualquiera que ofreciera una visión diferente de la narrativa oficial del gobierno.
"Incluso si lo intentaran, los expertos de la OMS tendrían dificultades para encontrar a alguien con quien hablar, desde médicos denunciantes, periodistas ciudadanos, familiares de víctimas o cualquier crítico del manejo del gobierno chino del brote de coronavirus", dijo CHRD.
Más bien, las autoridades han estado reprimiendo información y penalizando la disidencia, dijo.
"Los periodistas ciudadanos que fueron a Wuhan en los primeros días del brote de coronavirus para informar desde el frente han desaparecido o han ido a la cárcel", precisó.
"El paradero exacto de Fang Bin y Chen Qiushi sigue sin conocerse; Zhang Zhan fue sentenciado a 4 años de cárcel; y Chen Mei y Cai Wei, que intentaron preservar la información de COVID censurada, aún están detenidos", recordó la entidad.