La reciente condena impuesta por las autoridades cubanas al pastor Ramón Rigal y su esposa Adya por educar a sus hijos en casa, ha puesto sobre el tapete el tema de la educación privada en Cuba, prohibida desde que la revolución castrista tomó el poder hace 58 años.
Rigal fue condenado el pasado mes de abril a un año de cárcel, y su esposa a un año de prisión domiciliaria, porque educaban en casa a sus hijos alegando que las escuelas estatales estatales, enseñan ideas que contradicen los valores de la familia.
En busca de opiniones, el reportero de Martí Noticias, Adriel Reyes, entrevistó a un pedagogo y a una madre de familia a quienes preguntó: “¿Deben los padres cubanos tener el derecho de elegir dónde educan a sus hijos?”.
“Yo no desearía tener que mandar a mi hijo a una escuela del gobierno porque no simpatizo con el mal proceder del sistema educacional del país”, afirmó Roberto Arsenio López, pedagogo matancero.
López opinó que si hubieran escuelas privadas, como las había anteriormente, la mayoría de los padres mandarían sus hijos a esas instituciones para que se educaran, “con el sentir de cada padre, de cada persona, de la familia, de cada núcleo familiar”.
Aymara Peña, residente en la ciudad de Sancti Spiritus, señaló que hay padres que son religiosos y desean que sus hijas reciban “una educación más bien encaminada a las enseñanzas de Dios, y no les es posible”.
“Los hijos de los Testigos de Jehová, por ejemplo, sufren de bullying, porque no usan la pañoleta, o porque quizás tengan determinadas costumbres que sus padres hasta cierto punto en su casa les enseñan”, afirmó Peña. “Creo que es un derecho que tienen los padres de decidir dónde y con quién su hijo va a recibir educación”, agregó.
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El gobierno cubano controla desde 1960 la educación a todos los niveles, incluida la enseñanza preescolar y los círculos infantiles para el cuidado de los infantes.
Recientemente la Iglesia Católica ha podido abrir en los alrededores de La Habana tres centros de educación preescolar y una sala de kindergarten, con ayuda de la Fundación Amistad, una organización no gubernamental radicada en New York que busca “la comprensión entre los pueblos de Estados Unidos y Cuba, según anuncia en su sitio web”.
“Estos centros proporcionarán cuidado a niños jóvenes entre las edades de dos y cuatro años, niños procedentes de familias desfavorecidas socialmente y a menudo compuesto de madres solteras”, explica la Fundación Amistad.
(Redactado por Pablo Alfonso, con reporte de Adriel Reyes)