Migrantes cubanos presionan en puntos fronterizos para continuar su travesía, mientras el Gobierno de Costa Rica exige a Estados Unidos derogar la Ley de Ajuste Cubano para frenar la crisis migratoria.
Se agrava la situación en localidades como Paso Canoas, San José y Peñas Blancas en medio del desespero de más de 3.500 cubanos estancados y sin una salida a la vista.
Policías de Costa Rica caminan por la zona fronteriza con Panamá hoy, jueves 14 de abril de 2016.
Medios costarricenses informaron el viernes que algunos consiguieron cruzar Costa Rica tras burlar los controles por la frontera sur. Viajaron a bordo de autobuses hasta San José, donde tomaron otro transporte hacia el norte a fin de entrar en Nicaragua.
La Nación dijo que entre los migrantes que se adentraron cinco kilómetros en territorio tico iban 27 hombres, 9 mujeres y 3 niños.
Costa Rica alega que no tiene capacidad para asistirlos, como hizo con otros 8.000 migrantes durante cuatro meses.
"Mientras estas leyes estén en vigor, el fenómeno migratorio no se va a resolver. Le pedí al presidente Obama su intervención para tratar que estas leyes se deroguen", declaró el jueves el presidente Luis Guillermo Solís.
El pastor Pavel Fernández, que está entre los varados en Panamá, envió un mensaje desde YouTube apelando porque sea resuelta esta situación.
Coyotes en escena
La ausencia de una solución, hasta ahora, para que estos migrantes continúen su camino hacia Estados Unidos pone en escena a traficantes de personas o coyotes.
El Diario Extra afirma que los coyotes están aprovechando el momento para ganar dinero.
"Se identifica a los que quieren pagar para ser sacados de Panamá y que los llevemos hasta la frontera con Nicaragua, una vez ubicados los hospedamos en Paso Canoas, donde tenemos un hotel establecido", explicó un traficante de personas que se identificó como "Negro".
Policías de Costa Rica convrsan con agentes fronterizos panameños en la zona fronteriza hoy, jueves 14 de abril de 2016.
El hombre explicó cómo actúan: Pernoctan dos noches, dependiendo del movimiento policial, y en su momento se contrata un vehículo (taxi pirata) para que los lleve y otro sirve de flecha (va delante avisando que no hay policía)", explicó.
"Por cada viaje me gano ¢200 mil y hago dos por semana. Nos vamos de noche y llegamos al punto de madrugada, luego de llevarlos hasta Golfito en una lancha rápida privada, donde pasamos por Laurel hasta Jiménez.
Luego los sacamos por tierra hasta el sector de Chacarita, donde no hay presencia de la Fuerza Pública. Esa travesía dura alrededor de una hora y luego otro carro los lleva hasta Liberia, donde se ponen en contacto con otro compa", narró.
La investigación del Diario Extra arrojó que en la zona donde operan los coyotes no existe presencia policial y lo catalogan como "puntos ciegos" porque bordean la línea fronteriza. El primero de estos es Laurel, donde encontraron una caseta policial abandonada.
A pocos kilómetros de este lugar, los coyotes campean sin problemas. Suelen alojar a los cubanos en reducidos dormitorios sin ventanas. Un grupo de 12 dijo al diario que llevan dos meses en esas condiciones. Explicaron que comen arroz, sardina y huevos sin líquidos.
"Tuvimos que comprar ventiladores porque nos íbamos a morir del calor, no tenemos ventana en un cuarto donde estamos 12 personas que deseamos seguir nuestro camino de la forma que sea", dijo José Pérez a Diario Extra.